Recuérdame - Capítulo 5.

132 4 0
                                    

-Hoy demos las gracias a Dios, por haber salvado la vida de uno de nuestros jóvenes, y recemos por las almas de los otros jóvenes implicados que no sabiéron tomar el camino adecuado – el cura me miró. A mi, justo a mi, no a ninguno de lo otros '' jóvenes implicados ´´. Casi me desintegra con la mirada. Frunció el ceño y simplemente pasó de mi. Jamás le caí bien a ese cura. Hizo un gesto con la cabeza y el coro comenzó a cantar. Por favor ¿ algo más plasta aun ? Bajé la vista, deseando que la horrible misa acabase de una jodida vez cuando, de repente, se oye una única voz cantando. Una voz dulce, yo diría que angelical. Alcé la vista al frente y no podía creerlo. ¿ Era la trapos ? Sí, estaba seguro, era ella, _________ Sullivan. Vaya, no sabía que cantase tan bien. De hecho, no sabía que cantase en el coro. Si vistiese igual de bien que cantase, sería un buen partido para follarme.

--- A la mañana siguiente ---

-Hey Justin- dijo mordiéndose el labio inferior.

-Hola muñeca- le guiñé.

Vaya par de tetas que tiene Belinda macho. Creo que será mi próxima victima. sí.  Lo será.

¿ Que quien es Belinda ? Pues la tía con más tetas de todo el instituto. Vaya par de melones, eso tengo que probarlo.

Dejando a Belinda a tras, miré por todos lados y al fin encontré a mis colegas. Me dirigí a ellos y, tan pronto como Ryan me vió, se levantó y me dio un hombrazo con cuidado.

-Eh tío, como va esa mano- dijo algo preocupado.

-Esta mucho mejor- dije sacando un cigarrillo. Le ofrecí uno a Ryan, quien por supuesto no iba a negar.

- Me alegro mucho de que estes mejor- me susurró Cher, de imprevisto, a un solo centímetro de mi piel. Cher, ahora no.

-Vaya, _______ Sullivan si que tiene estilo- dijo Acacia burlándose de la trapos. La miré y no pude evitar reirme. Iba con un traje-sábana hasta los tobillos y una horrorosa cazadora vaquera. Y ya no hablar de esas dos trencitas. Enserio, me da hasta pena.

-Sí- rió Cher – yo iba vestida así en prescolar.

-Eh no hay que fiarse de esas mosquitas muertas, pueden ser las peores, y le ponen a una a cien- dijo Chaz, y no supe si se estaba burlando de ella o lo decía en serio – si se arreglara un poco no estaría mal – sí, lo decía completamente en serio.

-Pero qué dices- dijo Acacia pegándole un bofetón en el hombro. Todos reímos y la trapos pasó por delante nuestra. Uh, mala elección.

-Eh Sullivan, bonito jersey- dijo Cher, que lo decía totalmente en coña.

No se si lo dijo para no quedar mal o porque de verdad creyó el halago, pero ________ dijo.

-Gracias- y sonrió, ampliamente.

Todos nos quedamos callados y cuando se fue, soltamos la mayor carcajada de nuestras vidas. Creo que la trapos de verdad se lo había creído. Patético.

Miré mi reloj y ya eran las 12:30. Mierda, ya iba llegando tarde. Le dí mi ultima calada al cigarrillo y me dirigí al despacho del director.

-Cuatro minutos tarde señor Bieber- dijo  entrecruzando los dedos de sus manos. Te juro que si pudiese pegarte una paliza, lo haría sin pensarlo. Yo me limité a guardar silencio, en bastantes líos me había metido ya.

Entonces, inesperadamente, sacó cuatro botellas de cerveza de una caja y, cuando colocó la última, se quedó mirándome fijamente hasta que yo me diese por acabado. 

Finalmente, aparté la vista y me dijo.

-Un estudiante te vió bebiendo en la escuela el sábado por la noche – de verdad querido director. En fin – Tienes suerte de que Jake Bugg no te denuncie, la policía tampoco presentará cargos por tu ingenuosa escapatoria ante la ley – hubo un instante de silencio y tensión – por ahora- y sonrió maliciosamente. No me toques más los cojones Burker.

- Y que quiere- dije, y bajé la vista a mi pantalón. Vaya paquete que tengo.

-Les he dicho que yo me ocuparé del castigo- alcé la vista y lo miré con desprecio. 

Eso ya lo sabía gilipollas, ve al puto grano ya.

- Bien, que hará ¿ expulsarme ? – tampoco iba a ser la primera vez.

-Aun no – genial, y cuando. – cuando hayas terminado las clases, ayudarás a los servicios de limpieza de la escuela- ¿¡ este tio a mi me vacila o qué ?!. Me levanté bruscamente del sillón y le dije.

-Siga soñando Burker. Bueno, ni siquiera lo sueñe por que no pasará- y cuando estaba apunto de abrir la puerta de su despacho e irme dice.

-No querrá que hable con su madre seriamente ¿ verdad ?- Me detuve y suspire. Hijo de puta, se ha dado cuenta de mi único punto débil.- cierre esa puerta y vuelva a sentarse- y así tuve que hacer. Volví a suspirar. Era un suspiro de odio, lo odiaba.

-Por cuanto tiempo- dije seco.

-Simplemente por amor al arte- Este tío me vacila. – Los sábados serás tutor de los alumnos retrasados en la otra escuela- ¿¡ En serio ?! – y actuarás en la obra de final de curso del club de teatro – chúpamela, calvito. Gracias.

- ¿ En la de primavera ?- Dije con el rostro más despreciante del universo. Pero al director bien le importaba, simplemente asintió y lo dejó ir.

-Mira Justin, es hora de que descubras cosas nuevas y de que pases el tiempo con otra clase de gente- dijo, pero lo corté, porqué ya me tocó las pelotas hasta el fondo.

- ¿ Pero quien  cojones te crees que eres tú para decirme con qué clase de gente tengo que juntarme, eh ? ¿ Le digo yo a la puta que se tiene que follar a caso ? – El jodido Burker acabó con mi paciencia. Pero no dijo nada. Cerró los ojos y esperó a que acabase de hablar. Cuando lo hice,  los abrío y continuó.

- No lo estropees Justin. – Lo miré, lleno de odio y contuve mis ganas de pegarle un jodido puñetazo. Volví a levantarme bruscamente y esta vez sí que me marché, con portazo incluido.

Ahora sí, empiezan mis días de calvario.

Recuérdame.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora