Ya en la casa de Paula nos encontrábamos ablandó sobre nuestras vida, yo por mi lado me encargaba de admirar la casa de Pau, encerio esto era hermoso:
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—Mami— dijo una niña bajando las escaleras frotándose sus ojos.
Era muy linda, era una niña de aproximadamente cuatro años, de cabellos dorados, una sonrisa contagiosa, labios finos y unos hermosos ojos color café.
—______ ella es mi hija Uma— dijo Paula dirigiéndose a mi— cariño era ______ una amiga mía— sonríe alzándola sobre sus piernas.
— Hola princesa ¿Como estas? — dije hablándole a Uma cariñosamente —
—Hola— dijo Uma para luego alzar sus brazitos para que yo la alzara.
—Oh princesa ven — dije tomandola entre mis brazos.
—Veo que ya se llevan bien— sonríe Bianca.
Luego de eso almorzamos Espaguetis a la boloñesa hechos por Pula. Luego hablamos un poco de cada cosa, de Combate, gustos, ídolos y cosas así tratando de pasar el tiempo.
—Demonios, chicos tenemos que irnos, Tito nos va a matar— dijo Sergio al mirar la hora.
—Llamare a mi madre para que venga a cuidar a Uma— dijo Paula.
—No te preocupes Pau, yo cuidare a Uma— le dije a Paula.
—¿Me harías ese gran favor?— dijo Paula mirándome.
—Claro que si linda, ve tranquila — dije animándola a que me dejara a la niña.
—Muchisimas gracias— dijo Paula.
Luego de que los chicos de fueran, yo me enfoqué en Uma y nos pusimos a jugar algunos juegos de niña, los que a ella le gustase, jugamos a la cocina, a las barbies, a la peluquería y cosas así. Luego hubo un momento en donde ella se había quedado dormida completamente cansada, a partir de dos horas despertó y miramos TV hasta este momento en el dormitorio de Uma. Cuando de pronto escucho pisadas caminando hacia la habitación en donde estábamos.
—¿Uma, has escuchado ese ruido?— dije mirándola.
—No— dijo sin despegar la mirada del televisor.
Seguro solo era cosas producto de mi imaginación. En fin no les hice caso y seguí mirando la televisión junto a Uma. Pero al cabo aproximadamente ocho minutos volví a escuchar pisadas que se dirigían a la habitación en donde puta estábamos. Al parecer Uma también lo escucho porque inmediatamente enfocó su mirada sobre mi, mirándome fillorare. Las pisadas se hicieron cada vez más cercanas, que hasta pude sentir que pararon en frente de la puerta, Uma estaba completamente asustada, no paraba de llorar.
—Princesa estaremos bien si? Tranquilizate— dije tratando de calmarla— iré a ver que hay allá afuera, escondete debajo de las sabanas y si dientes que hay alguien aquí, si sientes alguna energía rara, si ves a alguien en fin por cualquier cosa lanzas un grito y yo estaré aquí en un segundo ok?— dijo mirándola fijamente. Ella asintió. — Descuida todo estará bien —
Dicho eso fui lentamente hacía la puerta, 1...2...3. Abrí la puerta y asome discretamente mi cabeza mirando hacia al pasillo, al no ver nada seguí mi recorrido hasta llegar a la sala mire hacia todos lados, me fije atrás de los sillones, abajo de las mesas y no había absolutamente nada. De pronto escuche grito de Uma...
