La llamada se había cortado y al Helena caer inconsciente, la oficial que estaba a cargo se va rápidamente hacia ella, la levanta del suelo y le da a oler un poco de alcohol para que despierte.
Empieza a abrir los ojos y a levantarse aun aturdida, titubeando por el miedo dice.
-¿muerta?¿Mi hija esta muerta? ¡RESPONDA!- grita helena
-señora, por favor cálmese y siéntese- responde la policía acercándole una silla.
-¡no me calmo! ¿No entiende lo que está pasando? Yo me quiero morir! Me quiero morir!- sentencia helena al romper en llanto.
La oficial sin saber cómo reaccionar le dice:
-señora, no alcanzaron a responderme, las líneas se cayeron, puede estar viva su hija aun, debemos ir ya al parque, allá la encontraron.
-entonces, ¿no está muerta?
-bueno eso no lo sé, pero si me deja puedo llevarla
-¡claro! Lléveme allá rápido por favor
Tiempo no podían perder, y mientras cada segundo pasaba, el corazón de helena latía mas fuerte al ritmo de la desesperación total, su única hija yacía sin conocimiento sobre el frio césped del viejo parque de la ciudad, donde tantas atemorizantes historias se habían desatado y que ahora la de ella se uniría a esas tantas, para formar un expediente de situaciones delictivas que manchan cada vez más, la poca buena fama que tiene tan bonita pero peligrosa ciudad.
Al llegar al hecho, el impacto ante sus ojos fue inmediato, la escena temida de su hija envuelta en una densa capa de sangre, derramándose de ella hasta formar un pequeño charco y muchos paramédicos alrededor, la dejó infartada y con ganas de que todo fuera solo una simple pesadilla, pero no era así
Helena se abalanzo sobre su hija, el mundo se detenía para ella, su rostro estaba intacto, no tenía rasguños allí, sin embargo a razón de los médicos, estaba muy grave, aunque seguía con vida. No perdieron tiempo en el sitio y la llevaron al hospital más cercano, la mente de la preocupada helena quedaba en blanco y solo se preguntaba qué pasaría.
Aunque ese día, fue realmente agonizante, los posteriores realmente dieron un aliento a helena, su hija mejoraba lentamente en el hospital. Marie, comenzó a responder a tratamientos, y aunque aún no daba señales de despertar, se notaba una mejora, al menos en su sistema en general, aunque a nivel neurológico, el diagnostico era otro ¿podría Marie despertar de ese sueño causado por su atacante? O ¿se quedara eternamente nublada por las sombras?
La chica no daba ninguna señal de reaccionar, helena mantenía viva su esperanza, esperanzas que se volverían realidad. En una de esas horas que pasaba junto a su hija sin despegarse de ella, noto como Marie, tomo su mano y la movió.
Muy sorprendida, helena avisó lo más rápido que pudo al médico que atendía el caso de su hija, y este al darse cuenta del hecho, realizo un sin número de exámenes neurológicos, que darían como resultado la respuesta a la interrogante de helena ¿volvería Marie a su vida normal? O ¿terminaría para siempre con el cerebro muerto?
Por suerte, los exámenes fueron positivos pues, Marie aunque aún seguía grave, tenía un cerebro funcional, lo que quiere decir, que sé que recuperaría, y retomaría su vida normal en poco tiempo. Aunque sería una fuerte recuperación, volvería a tener todas sus funciones que por un momento su madre helena, creía que nunca volvería a tener.
Habían pasado 3 semanas desde que incidente había ocurrido, helena estaba ahora más positiva aunque aún seguía preocupada, pero ese día, sucedió algo que le agregaría el corazón, Marie abrió los ojos, y comenzaba a hablar. Todo volvería a su estado natural y al pasar los días, ya una casi recuperada Marie, podía hablar fluidamente con su madre. En la noche de un frio lunes, helena entro a la habitación, a darle las buenas noches a Marie:
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El rincon de los sueños
Não FicçãoMarie es una adolescente de 14 años que es sorprendida por un temible sujeto que pone en peligro su vida, todo da un giro sorprendente y Marie debe afrontar sola, todo lo que viene.