Otro día más aquí en el orfanato, sólo veo cómo siempre se llevan a los niñas mas pequeñas, ¿Por qué no adoptan niñas de mi edad?. Llevo en este lugar casi toda mi vida, ya me acostumbré a estar aquí, gracias a eso mamá Mili se había convertido en mi madre. Es delgada, piel blanca, siempre sabe vestirse muy bien y relajada me encanta su estilo con su cabello largo castaño claro a juego con sus ojos del mismo color aparte es muy linda, amable, cariñosa, tierna, en pocas palabras es perfecta.
Estoy en la cama, viendo el techo recordando los pocos recuerdos que tengo de mis papás, ¡como los extraño!; en ese momento escucho que Tara, mi mejor amiga una niña de nueve años, chaparrita, medio gordita, piel como bronceada, cabello rubio con ojos miel, es una dulzura; entra muy emocionada, haciendo que olvide mis pensamientos:
-Sasha, ¿qué crees que me dijo mamá Mili?
-¿Qué te ha dicho que te a puesto asi?
-Una pareja me va a adoptar, me voy mañana.
Suelto un supiro -Son buenas noticias,
Antes de que Tara pudiera preguntar mamá Mili interrumpió
-Nenas la cena esta lista, preparé lasaña de carne molida.
Sin una sola palabra, salimos del cuarto con una gran sonrisa por lo que habia preparado mamá Mili. Bajamos las escaleras a toda prisa y nos sentamos para cenar.
Terminamos la cena, y mamá Mili dijo:
-Nenas ya es tarde, vayan a prepararse para dormir ahorita subo a darles las buenas noches. Sasha necesitó hablar contigo, las demás suban.
Todas subieron de prisa, que mamá hablara a solas con una de nostras no era nada bueno, algo malo pasaba, estaba muy intrigada y a la vez no porque no había hecho nada malo
-Sasha, mañana necesito que te levantes temprano y te arregles, me han llamado y estan interesados en una niña como tu para adoptarla
-¡Encerio, no puedo creerlo eso es estupendo!
-Perdón si te asuste, pero considere que debería decírtelo en persona, ahora sube, que mañana es un gran día
-Sí mamá Mili
Subo corriendo muy emocionada, me lavo los dientes, me pongo la piyama y me meto en las cobijas.
-Sasha ¿Qué te dijo mamá Mili?
-Tara deja dormir a Sasha, mañana es un día importante para las dos, descansen nenas, dulces sueños
-Si mamá Mili- Respondimos las dos en coro.
Mamá Mili apagó las luces y salió de la habitación, en ese momento me quede dormida.
Despierto y veo que Tara aun duerme, me levanto de la cama muy emocionada, en ese momento escucho su linda voz
-Buenos días Sasha
-Buenos días Tara, ¿lista para hoy?
-Si, voy a empezar a empacar.
Se levantó agarro una maleta y empezó a acomodar su ropa en ella, mientras yo decidía que me iba a poner, dicen que la primera impresión es la más importante asi que quiero verme muy bien,
-¿Sasha qué te dijó mamá Mili ayer?
-Que llamaron porque quieren una niña de mi edad para adoptar
-Eso es excelente, ahora veo porque te arreglas tanto
-Claro, es un día muy importante
Mamá Mili entra en el cuarto con una gran sonrisa
-Buenos días nenas, ¿Sasha, por qué no te has arreglado?
-Buenos días - me quedó viendo el clóset - Ya casi estoy mamá Mili
-Sasha llegan en 10 minutos, apúrate por favor
-Si mamá Mili
-Tara que bien ya estas empacando, por ti vendrán más tarde.
-Esta bien mamá Mili.
-¿Necesitas ayuda?
-Gracias, estoy bien
-Si me neceaitas me avisas
Da media vuelta y se retira de la habitación, mientras yo sigo en mi dilema. Claro ya se que me voy a poner ese vestido rosa pálido que es amplió de abajo y ajustado de la cintura por el cinturón dorado, con los zapatos blancos que tienen ese listón dorado que va a juego con el listón. Estaba terminando de cepillar mi cabello que decidí dejarmelo suelto como siempre, cuando escuche el timbre ¿Ya habrán llegado?, no pude ocultar mi emoción, mamá Mili sube y entra
-¡Que linda te ves!, te espero en mi ofina, ya llegaron,
-Gracias, ahorita bajó
Sale del cuarto a toda prisa y se dirige a la puera a abrir
-Sasha buena suerte, todo saldrá espectacular
-Gracias Tara.
Salgo de la habitación y me dirijo a la oficina, estoy muy nerviosa me sudan las manos y siento las piernas de gelatina, trato de calmarme y tocó la puerta, escucho la voz de mamá Mili que me da permiso a entrar.
Entró a su oficina, el piso de madera antigua, su escritorio de cristal y doa sillas de piel color chocolate y su silla del mismo color.
