Without A Trace

I N T R O

Un lugar pulcro y ordenado, de cuánto y más elegante. El conjunto como tal no iba conmigo, me desorientaba. Las casas eran grandes y un tanto rústicas, atraían misterio y curiosidad. Un fuente daba a relucir en la entrada, dándole la bienvenida a cualquiera que entrara en el conjunto, también estaban las flores y plantas que rodeaban el lugar, sus colores me mareaban aunque su belleza era admirable.

Al llegar al lugar me había dado la oportunidad de tomarle foto a todo aquello que nunca había visto en mi vida, y que posiblemente nunca volvería a ver. La luz que emanaba el sol era increíble, dejaba a la vista las casa del conjunto privado. Mis ojos estaban bien abiertos y lo que supuestamente iba a anotar había quedado para segundo plano, esto era realmente bello y es una de las pocas cosas que podría disfrutar en estos momentos antes de comenzar con mi infierno.

Caminé con la Señora Hwa a unos cuatro pies de mi, ella venía explicando cómo tenía que hacer mi trabajo pero en realidad mi atención estaba en el lugar, y sabía que luego tendría problemas por no prestarle atención. Pero en realidad no le veía mucho problema, el lugar a pesar de todo no paresia tener problemas con lo que yo había leído y escuchado.

-¿Así que me hospedo aquí?- me acerqué a la casa que se hallaba cerca de nosotros - ¿tengo que hacer mi trabajo y ya, no?

La señora Hwa se acercó, quería confirmar y por igual no tener problemas de que nos escucharan. al llegar cerca de mí, me agarró de la mano y me dijo con una voz suave.

-lo único que debes hacer es convivir con las personas del lugar y entrevistarlas, sólo serán 2meses...

Me asustaba como lo decía. Estaba hablando del lugar y de las personas como si fuera algo de lo que no se puede acercar, o tocar o cualquier otra cosa. La miré desentendido pero le dije al tiempo.

- ¿conseguiré todo el dinero?

-conseguirá lo que necesite- parecía apurada y estresada, juró que el sudor corría por su cuello

-¿y por que tengo que hacerlo yo si pueden otros de sus trabajadores?

- Hijo, eres el mejor trabajador que tengo. Si lo que quieres es que te pague el doble, lo haré, pero te pido que por lo menos me traigas algo.

- haré lo posible señora Hwa

-bueno querido, confío en ti. Podrías comenzar hoy, ¿te parece?

- tengo mis cosas en el auto y me gustaría comenzar desde ya

-me encanta tu entusiasmo muchacho, eso ya no se consigue- colocó su mano en mi hombro, mientras que su otra mano permanecía en su pecho, como si estuviese orgullosa

-bueno, me alegra haberla visto señora Hwa. Nos vemos el sábado

- que pases buen día hijo, descansa

Sus pasos no se escucharon, en realidad ya había salido de mi vista. Agarré paso tambien y fui a mi auto para recoger mis cosas. Había aparcado mi auto en el estacionamiento del lugar, estaba en la parte trasera de las casa para no tener que dañar el bonito paisaje del frente.

Un Súper Chief Catalina Siena de un color gris mate se hallaba en el estacionamiento. Corrí a él cómo si de mi vida dependiese y entre mirando todas mis cosas, estaban intactas y eso me alivió todo el día. Agarré todo lo que necesitaba y baje del auto cerrando con seguro. Lo que ocurre es que soy muy tiquismiquis con mis pertenencias, no me gusta que me las agarren ni las toquen cuando en realidad son mías y de nadie más.

El camino no fue muy largo, así que salí de vuelta a la gran casa que me esperaba. La casa se veía de lejos y cada vez que llegaba sabía que descansaría del largo viaje que tuve, la señora Hwa me había mantenido caminando y aunque estaba distraído ahora me dolían mucho las piernas. Al llegar a la puerta toque tres veces y después de un rato me di cuenta del timbre, este lo toque una vez y esperé un rato.

No me estaba esperando nada interesante del lugar, pero eran las 8:15 y no quería malgastar mi tiempo desde el principio del día. Acomodé mis cosas al escuchar unos pasos y al ver la puerta abrirse me sorprendí mucho.

-Bueno días joven, ¿en que puedo ayudarlo?

Créanme que en realidad no lo pensé dos veces, pero en ese momento hubiese dicho que no porque sabía que algo malo iba a pasar

Y comenzó mi infierno desde ahí...