El sujeto.

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Lo primero que se le ocurrió hacer fue a alejarse de aquel lugar donde había llegado, que de por si ya era bastante lejos de donde tenia que ir. Cuando de pronto, sintió como una mano ponía un paño con cloroformo en su cara.....

Hubo un...ligero e incomodo silencio, estaban los 2, solos, en medio de una estación de trenes semiabandonada, en mitad de la noche, sin rastros de civilización en kilómetros.

Y ahí estaban... Antonio, con un sujeto detrás de él con un paño con cloroformo en su cara y en la otra, un carrito de supermercado listo para llevar a alguien.
Ya habían pasado un mar de minutos y el cloroformo todavía no hacia efecto, y estos seguían parados en medio de la nada sin decir absolutamnte nada, hasta que el sujeto que sostenía se aburrió de esperar el lentísimo efecto de su droga, así que simplemente tomo un palo, con el cual posteriormente usó para tocarle el el hombro a Antonio para pedirle cordialmente si se podía subir al carrito, a lo que Antonio accedió sin queja alguna, total, después de todo, ¿que tiene de sospechoso un tipo con un carrito de Super en medio de la nada?¿que probablemente había intentado secuestrarlo? claramente no tenia absolutamente nada  raro por lo que no había problema en subir. Ah, y olvidé mencionar el hecho de que el sujeto luego de que Antonio se subiera al carrito lo golpeó en  la cabeza de todas formas, por meras formalidades del oficio según él, porque bien adentro él sabía que se decía eso para ocultar el verdadero afán de golpear cabezas con palos...

Se levantó con un fuerte dolor en su cabeza, con el que apenas se podía levantar, y menos caminar, pero le hizo unos esfuerzos para levantarse, había dado apenas un paso cuando cayó al piso a causa del inmenso dolor en el "amiguito", a esta altura ya te habrás dado cuanta donde le pegó el sujeto a Antonio, y que lo hizo por mera diversión.
Luego de despertar otra vez a causa de un nuevo desmayo, se vio atado a una silla, de pies y de manos, en medio de una habitación oscura y rodeada de un críptico silencio. De pronto, sintió una serie de pasos, aumentando exponencialmente su intensidad, hasta que de pronto, de detuvo, hubo una calma que le había helado la sangre a Antonio,  parecían horas, aunque sólo fueron 2 minutos, hasta que de pronto, se abrió la puerta, con un chirrido que molestó hasta el rincón más profundo de su ser, y lo vio ahí en el umbral, sólo la silueta de un hombre en la oscuridad , alto y con un aparente mazo en una mano y lo que parecía ser una cabeza arrancada de alguien que goteaba a un penetrante ritmo unas gotas de sangre...

The GoatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora