Aurora salió de su casa con los mismos botines que se había puesto la noche anterior, pero con la diferencia que en aquel momento llevaba una falda negra entallada corta de color negro y una camisa hasta la cintura de color rojo que combinaba con sus labios. Encima de todo aquello llevaba una cazadora de cuero a juego con la falda negra.
Pidió un taxi y fue hasta el rascacielos central, donde se daba la fiesta a la que ella tenía que asistir.
Todo estaba yendo según lo planeado, y eso la hacía sentirse bien porque podría terminar el trabajo esa misma noche.
Pagó al taxista la cantidad acordada y entró en el edificio, uno de los más altos de la ciudad.
La fiesta se celebraba en la última planta, que en realidad eran las dos últimas ya que formaba parte de un dúplex, donde en la primera planta se encontraba la casa y en la segunda la terraza. Aurora entró en el ascensor que llevaba directamente a la última planta. Estaba esperando tranquilamente cuando su teléfono sonó, ella lo sacó de su pequeño bolso y miró el mensaje.
NÚMERO DESCONOCIDO: Estás preciosa con esa falda.
Aurora sonrió, sabía quién le había enviado el mensaje y estaba totalmente segura de que lo encontraría en la fiesta. Mientras el ascensor seguía subiendo la música cada vez se escuchaba más alta y no pudo evitar seguir el ritmo con el dedo índice dando golpecitos en su pierna izquierda.
El ascensor se paró y las puertas se abrieron dejando ver a toda la gente bailando sin parar al ritmo de la música electrónica que sonaba todo volumen. Aurora salió del ascensor y empezó a abrirse paso hasta llegar a la barra, donde pidió un vaso de ginebra con limonada. Mientras esperaba a que el camarero le preparase la copa empezó a mirar a su alrededor esperando encontrar a la persona que estaba buscando, pero antes de poder localizarla el camarero le entregó su copa. Aurora se dirigió hasta la terraza de la planta de arriba para tomar un poco el aire. Hacía bastante frío, pero eso era lo de menos, sólo necesitaba un poco de aire, tanta gente la agobiaba y no podía pensar con claridad.
Aún llevaba la chaqueta puesta, pero ella seguía teniendo frío. Hacía horas que la nieve había dejado de caer, pero aún quedaban resquicios por la ciudad. La gente que estaba fuera estaba o fumando o hablando. Aurora no hacía nada de aquello, aunque no le hubiera importado estar fumando en ese instante, pero aún no era el momento.
Si se pudiese describir a una persona con un solo adjetivo, a ella se la podría describir como calculadora. Era una persona que antes de hacer las cosas había calculado todo al milímetro para que saliese tal y como ella esperaba, no fallaba y hacía lo que fuese para no hacerlo, y esa era una de las razones por las que D no la dejaba marcharse, porque aún no aguantando su personalidad tan tosca y poco sociable, era perfecta haciendo su trabajo. Siempre conseguía todo aquello que él le mandaba a hacer y eso le facilitaba mucho la vida.
Eran las dos de la madrugada y aún no había aparecido a persona que estaba buscando, y eso la hacía estar nerviosa. Su plan se estaba yendo al garete, y el tiempo se le agotaba. Nunca había tardado en hacer el trabajo y no quería que esa fuese la primera vez, sobretodo porque no quería saber cuales serían las consecuencias. Ya no podía esperar más y antes de perder los nervios sacó el tabaco de su pequeño bolso y empezó a fumar. Se apoyó en la barandilla de la terraza y se quedó mirando el paisaje. Toda la ciudad estaba a sus pies, majestuosa, iluminada por la luna llena. Se podría considerar incluso un paisaje romántico, pero eso era lo último que Aurora buscaba. El romanticismo no formaba parte de su personalidad y no lo creía necesario, es más, lo evitaba siempre que podía.
Terminó de fumar y tiró la colilla al vacío. En ese momento una mano se posó en su cintura, cosa que hizo que se girara rápidamente
-Tranquila, soy yo - dijo Lucifer mientras le echaba una sonrisa a Aurora.
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Aurora
FantasyAurora solo espera poder empezar a vivir su propia vida. ¿Podrá conseguirlo? Maravillosa portada creada por @shadowofthemoon6