Por Siempre

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Navidad, época del año en la que todo es felicidad, luces y el color blanco el predominante en la calle por la blanca nieve que cae del cielo, y en medio de ese manto níveo, en mitad de la Ciudadela de Hyrule, delante de una fuente congelada, un chico de traje y gorro verde está más ausente de lo normal, viendo a la gente pasar, en el día 24 de Diciembre, cuando se hacen los preparativos para el gran día que ya llega y hace que toda Hyrule esté activa.

El muchacho, viendo sin expresión alguna al resto de gente, con gente alrededor y comprando, con una cara de felicidad, aunque del tiempo que llevaba siendo un simple observador en silencio y solitario, solamente acompañado por su yegua, Epona, le molestaba el bullicio que había, con lo cual, guiando a su montura con él, se dirigió a la salida del lugar.

Él tenía planeado comprar unas cosas que hace tiempo necesitaba para sus viajes, pero, con tanta gente le fue imposible inclusive entrar a la tienda.

Al estar a la altura del puente levadizo, miró a través de un grupo de personas a Malon, la chica del Rancho Lon Lon, ahora era solo una niña, con su típico pelo suelto rojizo y sus ojos azules llenos de alegría, mas su ropa se complementaba con el clima, pues en vez de su vestido, llevaba puesto un pantalón azul y un abrigo largo blanco con detalles azulados, en las manos tenía unos guantes blancos y su pañuelo no faltaba, el de siempre.

Ella estaba en el suelo, recogiendo lo que parecían unas manzanas rojas, las cuales debían de habérsele caído por algún choque ocurrido anteriormente.

El muchacho sin dudarlo se acercó y la ayudó a recogerlas y meterlas en la cesta.

La chica le viera sorprendida, pero con una sonrisa en la cara y un gracias, continuó recogiendo.

Al estar todas las manzanas en la cesta, Link se disponía a irse, sin embargo Malon comenzó a hablarle:

–Esto... ¿Chico del Bosque? –Link se giró, sorprendido y reconfortado porque ella lo reconociera y a la vez desilusionado porque su apodo esta vez no era "Chico del Hada" como lo llamaba cuando la conociera teniendo a Navi como compañera. Pero esta segunda vez de conocerla, fuera diferente.– ¡Sí! ¡Eres tú! ¿Qué tal? Cuanto tiempo sin verte, ¿cómo ha estado Epona? No os veo a ninguno de los dos más o menos desde que nos conociéramos, porque te acuerdas, ¿verdad? –Preguntó temiendo que él no se acordara de ella.

En esto, a Link le vienen los recuerdos de cuando conociera a Malon esta vez.

"Link estaba apoyado en un árbol de la extensa Pradera de Hyrule, recapacitando sobre todo lo que le ocurrió, había vuelto siete años atrás e impedido que Ganon consiguiera su propósito, sí, pero ahora, tras todo lo ocurrido, maduró, creció con cada batalla y ahora, aunque tenga cuerpo de un niño de 10 años, tenía la mente de uno de 17, y se sentía aprisionado en él, comprimido, pero no podía hacer nada, todo ya había ocurrido, había liberado a Hyrule de las garras de Ganon, y debía volver a ser niño para recuperar los 7 años, pero... ¿Realmente era necesaria esta maldición que Zelda le había impuesto? Ahora Link no tenía a donde ir, no pertenecía a ninguna parte, no podía ir al Bosque Kokiri, él era Hylian, allí no encajaba, tampoco podía quedarse con Zelda, aunque ella se lo había propuesto, quedarse allí y formar parte del ejército de Hyrule, entrenar en el castillo, pero negó a la invitación, él no podía quedarse en el castillo, ese no era su lugar, él necesitaba estar en un lugar vivo, parecido al Bosque Kokiri, donde vivió toda su vida, pero que no puede seguir llamando hogar.

Después, ya no tenía a nadie, toda la gente que había conocido la había dejado atrás, sus recuerdos quedaron atrás, al igual que su niñez, la cual perdió al comenzar esta misión.

El héroe no quería llorar, pero le costaba reprimirse, y se había ido lejos, en la Pradera de Hyrule, para no recordar los lazos que no podría volver a tener con la gente de la Ciudadela, por los recuerdos de una verdad que nunca regresaría, por una emoción que desapareció, por una llama que se extinguió.

Por siempre -MaLinkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora