Te fuiste, a pesar de que tanto te rogué que no lo hicieras; me dejaste sola, a pesar de que te dije que no te perdonaría si lo hacías; lo aceptaste y te fuiste sin más.
Dejaste una gran huella que no podrá ser borrada ni cubierta por nada, sé que atreves de los años esto se convertirá en un valioso y preciado fósil personal.
Tantos recuerdos junto a ti... me pertenecen, a mí y solo a mí.
Todo el amor que te di en ese entonces, todo mi tiempo que use para quedarme a tu lado, pero sin embargo, un día, te fuiste.
No querías verme sufrir, no querías verme llorar, no querías que las lágrimas que yo derramasen sean por el hecho que te irías para no más volver, así que preferiste tratarme indiferentemente y herirme, creyendo que siendo así mi dolor no sería solo de tristeza sino también de odio, odio hacia ti, sin embargo fue un error tuyo, ya que a pesar de tu gran esfuerzo; lloré, lloré, pero no pude alcanzar tus expectativas, ya que ni siquiera pensé en odiarte.
Querías que no derramara lágrimas por ti, pero lo hice de todas maneras.
Te fuiste y te ocultaste, pero no sirvió, pues tu escondite fue descubierto luego de un mes.
Cuando al fin pude saber de ti y tu paradero, me choque contra otra gran tormenta, la cual me dejo en medio del océano debido a que era un diluvio.
Hubiese sido mejor irte sin retornar, así mi dolor no se hubiese profundizado. Para que así, tu mentira, que me hizo sufrir, siguiera intacta, porque eso era lo que querías, cierto? Que te odiase...
Dejarme ir con un corazón roto y no con uno totalmente desgarrado.
Lo peor de todo es que yo pude ser la culpable de todo por no darme cuenta de lo que en realidad sucedía, estaba tan nublada con mi propia felicidad, que no notaba tu agonía.
Jamás te pregunte...
Cuando me dijiste que te irías, dijiste que era indefinidamente, que jamás volverías y empezaste a rechazarme.
Enterarme aquel día, después de tu desaparición, de tu paradero; fue un golpe tan duro.
Después de un mes de creer que ya jamás aparecerías en mi vida, recibí aquella llamada que me dijo algo que en definitiva, no quería escuchar.
Sufriste un derrame, sin razón aparente, y te internaron de emergencia; sentí como mi corazón se detuvo, al escuchar eso, y no podía respirar; termine sufriendo un ataque de "asma" demasiado raro.
El tiempo que estuviste en el hospital no tuve el valor de siquiera pisarlo, si iba mi entrada no sería permitida, debido a mi edad en ese entonces, debido a lo delicado de tu estado.
Otro mes paso sin poder verte, y otro más...
Una vez en casa, cuando te dieron de alta, no pude evitar sentir enormes punzadas en el pecho, me era tan doloroso verte todo el día en aquel sillón, que siempre fue tu favorito, dependiendo de un suero inyectado a tus venas; me dolía tanto el verte tan solo en ese estado y que yo no pudiese hacer nada al respecto, jamás te movías y eso no me dejaba dormir en paz noche tras noche.
Recuerdo que tuvimos que ponerte un trozo madera en toda la mano y muñeca para que no te rascaras o quitaras la aguja del suero; siempre lo recuerdo riendo y llorando a la vez.
No sé cuánto tiempo paso, y dejaste el suero, te recuperaste, pero no en su totalidad; día tras día estuve contigo, a pesar de lo sucedido en el pasado.
A pesar de que tú no me reconocieses totalmente, a pesar de que no te pude escuchar decir mi nombre una vez más. Me quede a tu lado, como tú no pudiste hacerlo.
Confundías el presente con el pasado...
Te dirigías asía mi con el nombre de alguien más, era doloroso para todos ser llamados por ti, con otro nombre que no es el nuestro.

ESTÁS LEYENDO
Año tras año, sin ti...
Short StoryTe fuiste, a pesar de que tanto te rogue que no lo hicieras; me dejaste sola, apesar de que te dije que no te perdonaria si lo hacias; lo aceptaste y te fuiste sin mas.