Ay, Jake... Todo el mundo le conocía, pero no precisamente por algo bueno.
Su madre, amable y cariñosa, murió hace un año. Tenía cáncer y por muy fuerte que fuese la muerte tiene ventaja. Jake no lo supo hasta que ya era tarde. No querían que él se pusiese triste, querían que fuese feliz todo lo que pudiese.
Jake no tenía muchos amigos, pero tenia dos muy importantes: Frank y Kevin. Los tres eran muy amigos.
Ocho meses después de la muerte de su madre, ella se pudo reencontrar con su marido. Al parecer los médicos no pueden dar una explicación a su muerte, quizás murió de pena.
A Jake sólo le quedaba su tía, Elisabeth, pero ella no estaba muy cuerda, aún así era su único pariente vivo, por lo que se fue a vivir con ella.
Jake no volvió a ser el mismo después de esto.