CAPITULO XX "¿CÓMO PUDISTE?

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- ISAAC! ISAAC! 

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- ISAAC! ISAAC! 

Antonio me palmeaba mi cara, desperté poco a poco.

- ¿qué? ¿qué pasa?

mi primo exhala, me da un abrazo.

- eres un hijo de puta, comienzo a pensar que disfrutas hacernos sufrir, todos están en casa esperando a que vuelvas. 

asiento mientras me reincorporo, subo a la camioneta con Toño que conduce a buena velocidad hasta casa.

- ¿cómo te fue en el hospital?

- bien...

- no me dijiste que estabas herido.

- el jede de los federales me metió un tiro, nada grave, solo fue el rozón. 

- ¿seguro? ¿no hay nada más que quieras contarme?

tragué saliva, y él más que yo.

- si, pero no es momento, hoy no tengo ganas de hablar de ello ¿cómo está Mauro?

- bien, Andrea llegó y se me fue a golpes, le tuve que decir que estaba con vida, de otra forma, la vi a nada de meterse un tiro en la sien.

- a ver si para eso tiene valor la desgraciada.

- Toño... todos cometemos errores.

- hay de errores a errores, ella echó a perder todo. 

- yo no estoy molesto con ella si te importa lo que pienso.

- tú porque la quieres, yo no tengo porqué ser condescendiente con ella, IP, casi le cuesta la vida a varios sus tonterías, solo piensa lo que nos hubiéramos ahorrado si Mauro hubiera podido dispararle a Karen. 

- dudo que asesinarla le hubiera menguado el dolor que sentía, estaba enojado, pero no era por Karen, era por Andrea y su titubeo de no saber bien a dónde iba a dirigir sus balas.

- eso lo sé, pero, no sabes lo poco que confío en ella ahora, no debería saber qué hacemos y mucho menos como, Pardo, no quiero - suspira - ya pasaste por mucho, ya basta. 

asentí mientras miraba por la ventana, vi mi reflejo en el espejo y me quité la sangre que me escurría de la frente. 

- ¿Edgar sigue vivo?

- por desgracia, vi una SUBURBAN de las suyas levantarlo, pero no te preocupes, tendrá que exhibirse pronto y es cuando podremos ir por él. 

asiento mientras me acaricio los labios con la mano. 

a medida que nos acercábamos la sangre se me calentaba un poco más, una vez que Toño detuvo la camioneta me bajé muy molesto y azoté la puerta de la HUMMER negra, esa era la diferencia de los Palacios y los Carrillo y compañía, nosotros usábamos HUMMER y ellos SUBURBAN, por lo regular, ambas, blindadas. 

❖ 𝐌𝐚𝐟𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐑𝐞𝐲𝐞𝐬: 𝐎𝐩𝐞𝐫𝐚𝐜𝐢ó𝐧 𝐂𝐚𝐜𝐞𝐫í𝐚 ❖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora