X

607 107 21
                                    

epílogo

Solté un suspiro y me adentré al café después de mirar la hora, me habías llamado en la mañana, diciendo que me querías ver. Escuchar esas palabras me hizo sentir muy feliz, las mariposas en el estómago volvieron a aparecer, volando más locas que nunca. Nerviosa entré al lugar, y el calor y olor a café me envolvió, parecía un sueño. Te vi sentado solo mirando por la ventana, me pregunté si estabas esperando mi llegada. Me senté frente a ti y volteaste la mirada, algo sorprendido.

—Hola— me susurraste, te respondí de la misma manera.

Habías pedido un café para mi, y yo lo tomé con mucho gusto. Charlamos por un buen rato, tu risa era lo más hermoso que había escuchado. Desde que la oí, supe que nunca podría sacarla de mi cabeza. Te notaba algo nervioso, así que te pregunté que sucedía. ¡Por dios!, fue uno de los mejores días de mi vida, te declaraste en ese mismo café. Dijiste que me amabas, que nunca me dejarías, y yo, como la tonta que soy, te creí.

Ahora, me doy cuenta que fue el peor error que pude haber cometido, no sé si valieron la pena todos esos momentos. Solo sabía una cosa:

Me habías dejado sola.

ALONEೃDonde viven las historias. Descúbrelo ahora