Female? /Karura Tsukinami/

×Uno×

Capítulo Uno:  Un trabajo. Una pesadilla. La ilusión de una amistad.

- Muy bien, estudiantes. Para la próxima clase, que es el próximo lunes, tendrán que realizar una exposición en parejas - Todos se miraron entre sí, ilusionados - Parejas que yo decidiré - Añadió. Se oyeron incontables suspiros, y una inocente risa en el fondo.

- Muy bien. La primer pareja está conformada por Nozomi Misaki, y Tsukinami Karura. El tema que les corresponderá será el teatro y la religión en Grecia.

Ambos se miraron. Misaki tenía una sonrisa triunfal luego de que el tema fuese anunciado. Sonrisa que el albino notó.

Luego de que todas las parejas fuesen asignadas, el timbre del receso sonó.

La castaña se le acercó a su compañero con una gran sonrisa - Hum... Tsukinami... ¿Cuándo nos podemos reunir para hacer el trabajo? - Preguntó con su habitual entusiasmo. El Tsukinami se acomodó la bufanda.

— Puede ser mañana, en mi casa — Añadió la castaña. El fundador negó con la cabeza.

— Prefiero que sea en mi castillo, disponemos de más material para estudiar —Esta sonrió y asintió.

Intercambiaron direcciones y números de teléfonos, para luego irse cada quien a su casa.

Nozomi ya tenía un amigo...

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¡Eres muy débil, Shiro!
¡Debes ser fuerte, eres un hombre!
¡Pelea como hombre! ¡Usa los puños!

Misaki se cubría los oídos. Las voces de aquellos que lo discriminaban resonaban en sus oídos una y otra vez. Lo odiaba. Odiaba ser tan débil ante eso. Ante aquel estúpido recuerdo de cuando era más joven...

Se recostó en su cama y tomó su teléfono celular. Buscó entre los contactos a uno en especial, "Karura". Tenía Whatsapp, para fortuna suya.

Abrió la aplicación. Mensajes de sus padres, hermanos, y algunos amigos de la infancia estaban allí. Le envío un mensaje, un simple "hola". Una tímida sonrisa se vio en su rostro.

El mayor, al recibir el mensaje, se sorprendió un poco. Sabía que era ella, la chica tímida, llamada "Cinnamon Roll" por algunas personas del Instituto. Aquella chica tan bonita, que a veces le había hecho cuestionarse sus sentimientos por Yui Komori.

Sabían tan poco, pero a la vez tanto uno del otro...
Cada uno con su historia, familia y pasado.
Sus sentimientos, gustos y disgustos claros.
Aunque Karura desconocía algo que ambos tenían en común.

Y así, pensando en el otro, en lo que harían al día siguiente, ambos cayeron en un profundo sueño.

Nozomi estaba atada a una silla, con la boca cubierta. Varias siluetas se acercaron, e introdujeron la mano en el pecho de la chica, como si éste estuviese hecho de plastilina, para luego arrancarle con brusquedad el corazón. Estaba oscuro, casi parecía carbón. Todos sus errores, temores y memorias albergadas allí.

Una de las siluetas examinó el corazón y, haciendo uso de una especie de navaja, arrancó una parte.

Misaki recordó todo.

Pudo volver a ver las agresiones hacia ella -Mas bien, él- pasando frente a sus ojos sin pudor alguno. Toda la discriminación que había sufrido debido a su poca fuerza física. No le gustaba jugar al fútbol, no se vestía con colores "varoniles" -Como el azul-, ni trataba de coquetear con las mujeres.
Misaki prefería leer, los peluches, los colores claros y llevar una amistad con las chicas, no dejar ver ningún sentimiento hacia ellas.

Vieron eso como un blanco para las burlas.

—¡Niña!
—¡Se hombre, Shiro!
—No puedes hacer eso, es de niñas. Tampoco te pueden gustar estas cosas.

Eran frases que constantemente oía.

Ella despertó, agitada. Una pesadilla, si... Sólo era una pesadilla...

Trataba de convencerse a sí misma acerca de eso. Había presenciado gran parte de su infancia, y le dolía... Le dolía aquella debilidad, le partía el alma...

Revisó la hora. Eran las 8:00 a.m. Temprano. Se levantó, preparó su desayuno, y luego se sentó a consumirlo.

Ese día cumpliría uno de sus sueños, podría estar con su modelo a seguir, con el artista, mayor del clan fundador. Con Karura Tsukinami. Aquel chico que veía, y sentía un aura de poder e imponencia a su alrededor.

Empuñó sus manos y sonrió. Sería el mejor día de su vida.

Estaba sola en casa, así que podía hacer lo que quisiera. Decidió planear todo, lo que usaría, lo que plantearía, lo que diría al llegar a la mansión. Quería dar una buena impresión. Deseaba un amigo que no la apuñalase por la espalda por quien y que era. Tenía miedo, era cierto, pero debía hacer algo para salir del círculo en el que estaba, un círculo de sufrimiento y tristes memorias. Se debía aferrar a la esperanza, al fin y al cabo. Dejar de sufrir por el pasado, y mirar sonriente al futuro. Eso le había enseñado la vida en los diecisiete años que llevaba encima -De los cuales llevaba cinco siendo mujer-. Y, según ella, había que seguir los consejos de la vida. Ya no le molestaría que le dijeran algo sobre su género, se defendería, lucharía... Sería fuerte...

"Tu tienes miedo de lo que puedes perder, ¿Verdad? En cambio, yo tengo miedo de lo que ya perdí"

Kyoko Kirigiri; Danganronpa Trigger Happy Havoc.
(Siento que esa frase le queda bien a Misaki/Shiro, alv)