Gummy ✧ hunhan.

✧part three✧

Un calor abrasador hace que se remueva entre las sabanas, incómodo y demasiado abochornado que intenta patearlas con tal de despejar su cuerpo. Un pequeño gemido escapa de sus labios cuando, al realizar su cometido, un brazo igual de caliente lo aprieta con fuerza, una caricia tan íntima que todo su interior revolotea.

Con pesadez entreabre los ojos, dándose cuenta de inmediato de la oscuridad y que su única fuente de luz es la de las luces de la ciudad, tan tenues que apenas y le dejan observar la habitación en la que se encuentra.

No es como si tuviese alguna laguna mental o algo, no cuando sabe perfectamente lo que aconteció hace quizás cuantas horas y que el dueño de ese brazo tan acogedor alrededor de su cuerpo es de nada más ni nada menos que Oh Sehun.

El fantástico ventanal de pared completa es algo que le roba el aliento, suponiendo que tan asombrosa vista de Seúl se debe a que están en algunos de los últimos pisos del edificio. Tampoco puede expresar con palabras la belleza de aquel cuarto de paredes que, al parecer, son negras o de algún color cercano, pequeñas secuencias de líneas blancas formando alguna figura abstracta y dándole un toque simple y sofisticado.

«No sólo él es maravilloso, también lo es su departamento» piensa a la vez que deja ir un suave suspiro, su sueño frustrado de ser decorador de interiores haciéndose latente «Definitivamente Sehun sabe lo que es bueno»

Ya volviendo en sí, su cuerpo experimenta centenares de mariposas revoloteando por doquier y no precisamente por la escasa distancia entre sus cuerpos, ni por la dura erección presionada contra su colita. Se tratan de sus hormonas, las cuales siguen aumentando con descaro su temperatura corporal y logran que perciba todas las sensaciones a flor de piel, como la pesada respiración de Sehun contra su nuca; tan fascinante, inquietante y excitante.

El celo en definitiva ya había llegado.

Puede sentir a Sehun removerse más cerca de él, apegando por completo su pecho contra la espalda de Luhan y, en consecuencia, clavando su erección contra su trasero, logrando sentir aquella extensión en su máxima expresión.

Larga, de un ancho normal y dura, demasiado dura.

No puede evitar jadear y llevar sus manos hacia su entrepierna, avergonzado por cómo su polla se endurece con tanta rapidez.

En la temporada de celo suelen dar los días correspondientes como días libres, ya que personas sin parejas como él no tienen quien pueda marcarles con su olor y evitar que otros híbridos intenten meterse entre sus pantalones. Durante esos intensos días, Luhan solía encerrarse e intentar tener un día normal, luchando con las ganas de tomar su erección y masturbarse o autopenetrarse con sus dedos.

Baekhyun muchas veces le contó que, para aquellos días "mágicos", sacaba del armario su sagrada colección de consoladores y se la pasaba de maravilla. Pero ese era el caso de su amigo porque, claramente, Luhan era demasiado quisquilloso y miedoso con aquello, por lo que nunca estaría en sus planes meterse por el culo objetos de diferentes tamaños y grosores con tal de no sufrir durante el celo.

Y ahora todo era completamente distinto. O sea, los lobos eran famosos por su insoportable libido, por ser los dioses de la seducción y los mejores en cuestiones de sexo.

Tenía a un lobo excitado y pegado a su espalda que en cualquier momento despertaría por su jodido aroma natural y, probablemente, se lo devoraría entre besos y exquisitas sesiones de sexo.

Sin embargo, el que terminaría dando el primer paso sería Luhan, ya que de sólo imaginarse a Sehun arremetiendo con fuerza contra su próstata le estaba haciendo perder la cordura.