'Picos para vivir, pichulas para el amor'
Manuel
El joven Manuel, llegó al colegió un poco amargado. Ni siquiera el cielo lo acompañaba, estaba tan nublado como si fuera a llover.
Respiró, solo sintió el olor del cuello de polar que traía puesto. Tenía olor a Valdivia, que recuerdos. A pesar de que venía de más al sur, no podía evitar ocupar ropa de polar, y debería estar un poco más acostumbrando al frío. Lo que el no sabía era que de apoco se fue convirtiendo en Santiaguino.Entró a su sala, sin antes primero sacarse el gorro y guardarlo en su mochila, una costumbre un poco anticuada diría el.
Se dirigió a su puesto, mientras caminaba sentía algunas miradas y tal vez susurros, a esta altura no sabía si eran ciertas o imaginaciones suyas. No sabía si confiar en ellos, prácticamente no hablaba con ninguno. ¿Qué hacer?Corrió la silla y se sentó, cuando miro a todos ya nadie lo miraba, todos hablando entre ellos.
Ya estaba tan acostumbrado a su asiento, era el que sobraba cuando llegó en agostó, estaba solo, nadie junto a él.
Último puesto y pegado a la ventana, se sentía protagonista de anime.Le tocaba lenguaje, saco su cuaderno y unas lapiceras. No tenía estuche.
Este año se había concentrado mucho en los estudios, tenía que tener buenas notas si quería ser doctor. Por eso estaba tan desesperado por las tutorías de Matemáticas, era lo peor que le iba.-Buenos días, alumnos-habló la profesora al entrar a la sala de clases-
Manuel se levantó y vio su reloj. 8:05, casi puntual. No se dio cuenta cuando sonó el timbre de las 8.
-Buenos días, profesora-respondieron todos los alumnos al unísono de forma pesada. Casi podía escuchar el vieja culia, que los alumnos en verdad querían decir-
-Tomen asiento, niños-hizo un gesto con la mano de arriba a bajo-
Todos se sentaron en silencio y luego se volvió a escuchar como hablaban todos. En realidad parecía que gritaban.
Su profesora se puso a sacar su computador y a ordenar alunas cosas antes de empezar la clase. Era rellenita y rubia, con un humor poco entendible para todos sus alumnos. Era bastante sarcástica. A Manuel, le había sacado ya hartas risas. Pero lo que todos tomaban en cuenta era ese rumor. Todos hablaban de que le gustaba un alumno de cuarto medio, esto se sabía por cierta novela publicada en wattpad que ella había escrito.
-Ah niños antes de que se me olvide, ustedes y los cuartos medios tienen una feria vocacional en el último piso. A las 9:30-sonrío y siguió preparando la clase-
Pasó un rato y la clase empezó. Estaban viendo el análisis de el género lírico, como todos los años. Para Manu era algo que le gusta y no le gustaba.
La profesora les pidió contar la métrica del poema 20 de Pablo Neruda. El joven Manuel ya tenia cierto talento en ello, así que termino rápido. Todavía la profe no daba ninguna instrucción más, comenzó a mirar la sala con un poco de flojera.
Miró a un joven que estaba en la fila que estaba pegada a la pared cuarto puesto, lo habían llamado Pesho, al parecer ese era amigo de Edgar, el solo lo conocía como Alexander.
Luego miró la ventana y pudo ver que un curso estaba haciendo educación física, pensó en la flojera que le daría tener que hacer ejercicio en la mañana, sobre todo en invierno con el frío.Entre algunos jóvenes, vio a uno alto con el short correspondiente al uniforme deportivo del colegio. Era el Edgar, tenía clases con el hoy. Que bueno, era lindo con el. Sintió algunas cositas en su estómago, le entraron ansias en un segundo.
Quería verlo ya. Y se preguntaba si tendría frío. También comenzó a debatir si se veía más tierno corriendo o saltando.
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'¿Juguemos?' (Jaidefinichon) (JaiNico)
Fanfiction-Un beso no es de maracos ¿cierto? -Sí, weón. Si al final es para comprobar que la wea no nos va a gustar. -Sí, weón. Teni razón. Además entre más rápido lo hacemos, menos ambiente maraco. -¿Seguimos siendo machos vikingos? -Sí, sin duda, weón. ____...