Aquel castaño de orbes esmeralda entró inesperadamente en mi habitación totalmente agitado, tal parece que estuvo corriendo, y por la exprecíon de su rostro algó estava pasando, o quizas, algo le estaba ocurriendo a él.
-Mikasa - habló, finalmente.
-¿Sucede algo? - lo miré y tomé un trago de mi preciado vino.
- Jean - hizo uma pausa para tomar aire - Le dispararon.
- Ya veo.¿Está bien? - dejé mi copa en la mesita de café que tenia al lado y me puse en pie.
- Hanji está operandolo para extraerle la bala de su pecho - ante aquello abrí mis ojos por el asombro.
- ¿Está vivo, no?-
-Según nos informarón está estable-
- Cúando terminen la operación de krishtein, me vienes a informar. ¿Deacuerdo? - eren quedó un tanto asombrado con mi petición pero aún así asintio con su cabeza y se retiró.
Toda esta situación me dejó algo perpleja, no sabía perfectamente como actuar frente aquello, Jean...ojalá se encuentre bien.
Pov.Jean
Abrí lentamente mis ojos, tod estaba medio borroso pero cada segundo que pasaba todo se iba poniendo cada ves más nitido, moví un poco mi cabeza y pude distingir una figura femenina que me acompañaba.
-Mikasa...- dije con cierta dificultad, aún estaba medio adormecido.
- Alfín despiertas - soltó un largo suspiro - Me tenías preocupada, me alegro que estés bien.
- Gracias por preocuparte, pero...¿hace cuanto es que estás aquí? Digo, debes estar cansada -
- Al contrario, estoy aquí desde la hora del almuerzo-
- Ya veo...- la miré por unos cuantos segundos, se veía totalmente preciosa. Desde que eramos simples adolcentes eh estado atraído por Mikasa, apesar de los años...sigo estando atraído por ella, su determinación, su fuerza , su belleza. Me alegra el que ella esté acompañandome.
- Debes tener hambre, te traeré algo de cenar - dicho aquello la azabache se paró de su asiento y se dirigio a la puerta para luego retirarse.
Cenar? tan tarde éra, en fín, de cualquier modo estar a solas con mikasa no es cosa de todos los días. Una media hora despues mikasa apareció con una bandeja con un plato de arroz y carne junto con un vaso de jugo natural de fresa.
- Espero que te guste, lo hice yo misma - me sorprendí al escuchar que ella se había tomado la molestia de cocinar para mi. Me dejó la bandeja en una mesina y la hacercó a mi, comencé por degustar el arroz junto a la carne que sin duda alguna tenía un sabor delicioso.
-Está delicioso ¿Encerio lo preparaste tú? - terminé por acabarme rapidamente el plato.
- Así es - se tomó unos segundos y luego habló- me alegro que te haya gustado - concluyó con una pequeña sonrisa.
Terminando de tomar el jugo alejé un poco la mesita y me dirigí hacia mikasa que en ese entonces estaba parada recostada sobre la pared.
- Por cierto mikasa, lo que eren dijo aquella vez...no fue más que una simple broma-
- Descuida, ahora solo importa que te recuperes - decía a la par que se hacercaba con una silla y sentandoce junto a mi.
- Ve a descanzar - dije tratando de sonar desinterezado y ocultar mi nerviosismo.
- No - la miré imprecionado por su respuesta, quizas y talvez tenga una oportunidad.
- Jean-
-¿Si?- pregunté extrañado.
- Me preocupé, cuando eren me dijo que te dispararón - formó sus mabos en puño precionando contra sus piernas, en realidad ella se preocupó por mi?
- Mikasa...tengo algo que decirte - sentí como mis mejillas se teñian de un color rojizo, de seguro ella ya lo notó.
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(capitulo sin editar)
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