Capitulo 1: Jenna

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Cuando bajo de la moto veo la casa de dos plantas que tengo ante mí y compruebo la dirección que anoté en el papel, es la correcta. Me guardo el papel y voy hacia la casa tras dejar el casco en la moto y arreglarme mis dos coletas. Tal vez tendría que haberme dejado el pelo suelto o haberme maquillado un poco, pero salí casi corriendo de mi estudio de pintura y no tuve tiempo para más. Y ahora sin un espejo delante prefiero no arriesgarme a soltarlas y quedar aún peor. Me toco la cara para comprobar, una vez más, que no me he dejado restos de pintura en ella, no hay nada.

Llego a la puerta y toco sin vacilar más. Le pedí a mi padre si podía dejar un cartel mío en su empresa, tuve suerte de que no tardaron  mucho en llamarme para ofrecerme mi primer trabajo como niñera. Cuidé a un nene unos meses, pero se trasladaron a vivir a otro país y me tocó volver a poner otro cartel en la empresa de mi padre para ver si volvía  a tener suerte y me salía de nuevo  trabajo. Siempre me han gustado los niños, y con este trabajo puedo costearme mis cosas. Mi padre lo ve bien y yo me siento más útil. Lo cierto es que siempre me apoya en todo, sé que se alegra que quiera ganar mi propio dinero, y yo me siento mejor. No me gusta que me lo den todo hecho.

Bajo la vista al tiempo que se abre la puerta y veo horrorizada que mis zapatillas blancas tienen una mancha roja de pintura en ellas. 

 —Buenas tardes, por la hora que es debes de ser Jenna. La voz profunda del joven me atraviesa, al alzar la vista para mirarlo me quedo asombrada. Me aparto el flequillo largo de los ojos y trato de sonreír. Pero hasta eso me he olvidado de hacer, he visto chicos guapos, muchos, pero nunca uno me ha impactado tanto. Sus ojos verde esmeralda me observan alegres y su pelo castaño ondulado le cae revuelto sobre las cejas. Su sonrisa hace que sus rasgos aún se vean más hermosos y yo, mientras lo observo, recuerdo mortificada que me he quedado con la boca casi abierta mirándolo descaradamente. 

—Sí, esa soy yo.  Le tiendo la mano y él me la coge divertido.

—Soy Harry, pasa te estábamos esperando.  Pienso enseguida que me espera con su novia y parte del cosquilleo que se ha instalado en mi estómago mengua.

Es normal, un chico así no debe de estar libre.... ¿Pero que estoy pensando? Entro en la sala y enseguida reparo en lo acogedora que es. Veo sobre la encimera la foto de un niño de ojos verdes y sé que es él, pues ya de niño tenía esa sonrisa arrebatadora. Escucho una sonrisa infantil y giro mi cabeza hacia ella. Me encuentro con una pequeña de poco más de un año, mirándome con unos ojos idénticos a los del joven.

—Tú debes de ser Gemma. Voy hacia la niña dejando mi mochila en una silla, la niña enseguida alza los brazos, la cojo y sonrío con ella.

— ¿Te gustan mis coletas? Son  muy cómodas—La pequeña tira de ellas y yo me río. 

—Veo que le gustas. Me sobresalto al escuchar la voz de Harry tan cerca y lo miro. Me dijo, cuando me llamó, que estaba interesado en contratar a una niñera para su hermana pequeña, que él era ahora su hermano y padre.

—Sí, eso parece.   Dejo a la pequeña en el parque y miro a Harry, esperando que no note como me altera su presencia. 

—Necesito que cuides de ella por las mañanas y algunas tardes. 

— ¿No necesitas preguntarme nada más? No sé, tal vez podría ser una asesina de niños...  Harry se ríe y yo le sonrío. 

—No creo, pero por si acaso activaré la cámara de video—Agrando los ojos y Harry se ríe

—. Es broma. Me fio de quién te ha recomendado, sabe lo importante que es  para mi hermana y sé que si te ha recomendado es porque eres de fiar. 

Pienso enseguida que ha sido mi padre, aunque por lo que parece no le ha dicho que soy su hija, menos mal. No me gusta que me contraten solo porque es el jefe.

Mi error fue enamorarme del novio de mi hermana  (Harry Styles y Jenna)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora