Melo era una abogada muy buena, la mejor de todo Madrid, por lo cual tenía demasiado trabajo y no todo lo podía hacer sola. Debido a su gran trabajo Melo tenía secretarias-varias para se exactos- la razón de esto es que Melo tenía relaciones con todas ellas
Melo tenía el poder de engañar a cualquiera para tener sexo con ella, era como una planta carnívora, esperando a que una simple e indefensa mosca se posara sobre ella para luego devorarla
MELO
M: vamos Karla, córrete para mi- dije mientras chupaba su coño
Finalmente Karla se corrió en mi boca dejándome probar su gran sabor. Cuando termine de lamer todo me pare de la cama y me vestí
K: no te vas a quedar?
M: Karla ya hemos hablado de esto, yo no quiero estar en una relación y tu y yo solo tenemos sexo
K: esta bien, recuerda que mañana no voy al trabajo
M: esta bien, descanza
Deposite un beso en su boca y salí de su departamento, al llegar a mi casa note que tenía un correo que decía que mañana vendría una nueva secretaria suplente a lo cual yo respondi muy entusiasmada
Me desperté a las ocho y me aliste para ir a la trabajar, al llegar pude ver a mi nueva secretaria que estaba muy ocupada con unos papeles así que simplemente me dirigí a mi oficina
Estaba revisando unos casos que tenía pendientes mientras me arrepentía de no haber tomado café antes de salir de casa pero luego unos golpes de la puerta me sacaron de mis pensamientos
M: pase -respondi sin dejar de ver los papeles sobre mi escritorio
C: buenos días, me llamo María y soy la secretaria nueva
Alce mi vista para poder ver a Maria y me encontré con una hermosa mujer, era pequeña, su pelo era castaño, ojos cafés y una perfecta sonrisa. Tenía un vestido negro pegado al cuerpo que le quedaba ajustado y marcaba sus preciosas curvas con las cuales me quede ipnotizada hasta que ella hablo
C: estas bien?
M: eh si, lo siento, me llamo Melo - me pare y al momento de estrechar su mano sentí como una corriente subía al tacto de su piel
C: necesitas algo antes de que me retire?
M: si, podrías tráeme un café porfavor
C: claro, algo más?
Un beso tuyo
M: no nada, sí necesito algo yo te llamo
C: vale
El día transcurrió normal, excepto por una cosa, Maria, en todo el día no pude parar de pensar en ella, lo cual me preocupaba un poco
Al finalizar el día estaba haciendo frío así que decidí invitar a Maria a una cafetería
M: Maria, ya que esta haciendo mucho frío que te parece si vamos a tomar algo
C: me parece buena idea
Fuimos a la cafetería y allí nós conocimos más, luego la lleve a su casa y nada más paso. Ya había pasado una semana y Maria y yo nós habíamos vuelto más cercanas y eso me gustaba
M: oye que te parece si vamos a un bar y tomamos algo
C: me encantaría, pero debo ir a casa a cambiarme
M: claro no hay problema, si quieres paso y te recojo a las nueve
C: si a las nueve esta bien, adiós
