Acosadora

6. Una noche como cualquier otra.

Narra Grace.

Subí la capucha de mi suéter, metí las manos en los bolsillos de el y empecé a caminar por las calles. Era una nohe sombría, hacía frío y el clima estaba húmedo, se escuchaban ruidos extraños, a pesar de eso no tenía miedo, hacía esto cada noche desde hace diez años que ya era normal para mí y lo mejor será la recompensa, poder ver a mi Tyler.

Miraba las cosas que pasaban a mi alrededor, lo mismo de siempre, sentía una brisa que pasaba por mi y causaba un efecto de melancolía, miraba también las estrellas, pequeñas luces palpitantes que me saludan desde el cielo, la luna que me guiaba y las grises calles que me daban la bienvenida.

Algo detuvo mi concentración y fue ver a unos chicos que hablaban justo en frente donde debía pasar, solo mantuve la vista firme y seguí caminando, a pasar en frente de ellos empezaron a susurrar cosas y empecé a ir más de prisa.

––¿Eh princesa, Por qué caminas tan rápido? ––Dijo uno de ellos y solo lo ignore.

––¿Qué hace una niña tan linda como tu solita en la noche, estás pérdida?

––Oye ven conmigo ––Dijo un chico jalando mi brazo y empezó a toquetearme.

––¡Sueltame! ––Dije y el solo me apreto más el brazo.

––Tranquila, no te dolerá mucho, solo jugaremos un ratito ––Dijo y empezó a jalarme hacía a una esquina.

Estaba a punto de gritar pero puso su mano sobre mi boca y empezó a jalarme con más fuerza, empecé a moverme y a resistirme pero era mucho más fuerte que yo, mis ojos rápidamente se humedecieron.

Tenía miedo, no quería que me hiciera daño, se suponía que Tyler debería ser el primero...

Empecé a llorar mucho más y solo cerré mis ojos y me prepare para lo peor.

––Sueltenla ––Dijo un chico que salió de no se donde.

Era alto, su pelo rubio, casí blanco y muy despeinado, sus ojos grises,  mejillas rosadas, usaba una camiseta negra, un pantalón negro y unos zapatos deportivos. Era muy lindo.

––¿Disculpa, y tu quien eres? ––Dijo con un tono burlon el chico que me sostenía el brazo.

––El que te va a romper la cara si no la sueltas ––Dijo y todos los demás empezaron a reír.

––Por favor tu... ––El chico ese se acercó al que sostenia mi el brazo, le dio un golpe en la cara y el rápidamente me soltó y caí al piso ––Ya vamonos, molestemos a la gente de la otra calle ––Dijo y se fue los otros chicos.

Estaba avergonzada, tenía miedo, temblaba y no podía para de llorar. Todo me parecía confuso, pero aún no sacaba el objetivo de mi mente, ver a Tyler.

El chico alto se acercó a mi, se agacho a mi altura y me miro fijamente a los ojos.

––No llores más, todo estará bien... Lo feo paso, no te hicieron nada ––Dijo y seco mis lágrimas. ––¿Te vas a levantar o prefieres quedarte llorando en el piso? ––Yo solo asentí y el me ayudó a pararme.

––Y-yo, yo n-no se que p-paso ––Dije tartamudeando.

––Ya, todo paso, no deberías estar tu sola por las calles tan tarde, es peligroso ––Dijo y solo baje la mirada.

––Es-estoy bien, debo irme ––Dije y me gire para seguir con mi camino.

––No puedo dejar que vayas sola, dejame acompañarte ––Dijo y yo voltee.

––Gracias por ayudarme, pero yo debo irme, no te conozco ––Dije, empecé a caminar pero el me siguió ––Dejame, no tiene sentido que me sigas, debo hacer cosas...