Inesperado

248 19 6
                                    

Yuri Katsuki nunca lo hubiera imaginado, tener frente a él a su ídolo más grande, su inspiración, prácticamente un dios para él, pero ahí estaba, a mínima distancia acariciando son sus finos dedos su mentón y deslizando su mano por su brazo como si fueran tan cercanos  y  tuvieran años de conocerse, su única reacción fue apartarlo y alejarse lo más rápido hacia atrás hasta que la pared lo hubiera bloqueado, su corazón latía tan rápido que creía que podría explotar en cualquier momento, su rostro se sentía caliente y estaba sudando, solo pudo levantarse y salir corriendo de esa habitación.

Víctor Nikiforov, el patinador artístico  sobre hielo más fantástico y legendario que había ganado el Grand Prix cinco veces consecutivas, lo siguió con la mirada, cada expresión que hizo, cada movimiento, los capto todos antes de que desapareciera de su vista, esbozó una pequeña sonrisa ante la actitud del joven.

- Lo encontré –



Víctor se levanto a la mañana siguiente como si nada, recordó lo sucedido anteriormente como si hubiera sido un sueño, ¿de verdad sucedió?. Se sentó y pasó su mano por su rostro para despertar un poco, miro a su lado derecho viendo como Makachin, su Caniche de color café, dormía aún felizmente, sonrío ante la escena y acarició suavemente su cabeza, miro a su alrededor, no estaba en su departamento, y las imágenes de ayer volvieron a su cabeza de golpe, no había sido un sueño, estaba en Japón, vino para conocer a Yuri, cierto y lo encontró, que había pasado?

Mientras tanto, Yuri no pudo despegar su vista del techo hasta ya muy noche, seguía sin poderlo creer, él estaba aquí, ¿como sucedió?, ¿porque vino?, ¿vacaciones?, ¿porque aquí?, ¿porque se acercó tanto a mi?, esas y más preguntas no dejaban de rondar por su mente, su encuentro fue muy rápido, había regresado a casa como de costumbre, aún tenía en mente su derrota, su decepción hacia sí mismo, quizás volvería posteriormente al patinaje artístico, algún día podría intentar patinar junto con Víctor, solo que no estaba en su mejor momento, abrió la puerta de la casa para entrar, pero un caniche que lo miraba Con alegría y moviendo su cola lo saludo y se abalanzó a él, haciéndolo caer al piso, se parecía tanto a su amado Vicchan, pero, éste era más grande, solo conocía a alguien que tenía un perro casi igual a su fallecido Vicchan.

-N..no puede ser-

-Yuri! Llegaste- El padre de Yuri había salido al escuchar la puerta abrirse - ¿verdad que se parece mucho a Vichan?, es de nuestro nuevo huésped, parece que vino desde muy lejos-

-¿Nuevo huésped?...¿quien?,  ¿Donde está?!-

-Está descansando en las aguas termales-

Sin pensarlo dos veces Yuri se levantó y corrió lo más rápido que pudo hacia los baños, busco alrededor, pero solo había unas cuantas personas que nunca había visto, quizás en el baño exterior, corrió hasta llegar ahí, y lo vio, era una broma ¿cierto?, Víctor aquí, ¿en el negocio de su familia de aguas termales?!

Víctor se levanto sin importar de que estuviera desnudo y se dirigió a él con una radiante sonrisa.

-Yuri!, he venido hasta aquí, para ser tu nuevo entrenador!-

Era un sueño, debe de serlo, un sueño de los tantos que había tenido desde que lo admiraba.

Fueron demasiadas emociones las que vivió ayer, todo había sido real, dio un prolongado suspiro, debería de tratarlo como un huésped, de todas formas, estaba alojado aquí, se levanto y se vistió para salir de su habitación, tenía que ayudar a preparar el desayuno, en el camino por un pasillo lo encontró, seguramente también acaba de levantarse y se dirigía hacia el comedor.

-Yuri! Buenos días!, no sabes él hambre que tengo, quiero probar lo mejor que tengan para ofrecer-

Vaya, tenía muchas energías, al menos él había dormido bien.

Haré un Alfa de tíWhere stories live. Discover now