Una decisión

148 12 12
                                    

Víctor no dejaba patinar a Yuri por el momento, en parte tenía razón, ahora tenía una motivación para bajar de peso, no había subido mucho, solo un poco, tenía que esforzarse con sus ejercicios desde la mañana hasta la tarde, así había sido durante una semana, en la tarde solía ir junto con Maccachin, que lo recogía en el hotel, al Ice Castle a ver a Víctor, era la hora preferida del día para Yuri, se colocaba en el perímetro de la pista y se recargaba sobre el borde metálico, podía pasarse las horas observándolo, aunque estuviera todo el tiempo parado, no le importaba, parecía que la rutina de Víctor tenía un poder restaurador sobre él, no le importaba nada más en esos momentos, cada metro que se deslizaba por el hielo, parecía no estarlo tocando, que flotaba a solo unos milímetros sobre el, era perfecto, cada movimiento, desde la punta de sus pies hasta el último cabello, eran armoniosos, a pesar de que en ese momento no había música, Yuri podía escucharla, como si cada movimiento hiciera su propio su sonido, y en conjunto, podía escuchar esa hermosa melodía.

Cuando ya estaba a punto de anochecer, Víctor terminaba de utilizar la pista, cambiaba sus patines por sus zapatos e iba con Yuri y Maccachin para irse al hotel juntos, pero ese día, antes de llegar a casa, Victor observó una gran construcción, era hermosa, enorme, y parecía bastante antigua, como las casas y edificaciones que había visto en películas y documentales que hablaban del Japón antiguo, ya lo había observado días anteriores, pero nunca le había preguntado a Yuri, hasta ahora.

-oye Yuri, dime, ¿que es ese castillo de allá?- El pelinegro observó donde él estaba mirando

-¡Oh!, eso es el Castillo de Hasetsu, dentro hay una casa ninja- Victor abrió de par en par sus ojos emocionado, mirando a Yuri.

- ¡Ninja!! ¡Yuri!, tienes que tomarme una foto, ¡ven!- Lo tomó de la mano y lo jaló hacia dónde estaba el castillo.

-¡Wuaa! ¡e..espera Víctor!-

Cuando estuvieron cerca de la entrada, Víctor le dio su celular a Yuri y se acomodó junto con Maccachin para que tomara la fotografía, Yuri puso el modo cámara y sonrió al enfocarlos, eran realmente lindos, se veía que Victor quería tanto a su perro como él había amado al suyo, tocó la pantalla y le avisó que ya estaba.

- Gracias Yuri!- El pelinegro le devolvió el celular, por un pequeño momento, la punta de sus dedos tocaron los de Victor, una corriente eléctrica recorrió su cuerpo por toda su espina dorsal, quiso no verse nervioso ante él y actuar como si nada, volteó hacia la calle para no mirarlo.

- No fue nada – Caminaron juntos para retomar el camino, pero Víctor prefirió sentarse en una banca que daba la vista hacia el castillo que acababan de visitar, Yuri no tuvo otra opción que sentarse junto a él y suspirar un poco, en realidad le gustaba estar junto a él, pero se sentía un poco extraño. Los dos miraban el hermoso paisaje, ya casi anochecía, así que el cielo tenía un color azul obscuro junto con naranja y unas cuantas nubes coloreadas por esos últimos rayos del sol, había una ligera brisa que refrescaba, era una tarde bastante tranquila.

-Yuri, creo que ya estás listo para que empezamos mañana- Yuri lo volteó a ver sorprendido y una gran sonrisa se extendió en su rostro.

-¡De verdad?!, jaja ¡genial!! Por fin- Víctor le miró con una linda sonrisa y tomó su teléfono para conectarse a internet.

- Vaya que si tenias ganas de patinar ya, dime, ¿te gusta mucho el deporte en sí?-

-¡Me encanta!, desde que era muy pequeño, yo soñaba con ser un gran patinador, fuiste mi inspiración en realidad- ésto último lo dijo casi en un susurro, pensó que Victor no lo había escuchado ya que no había respondido inmediatamente, éste termino de subir la nueva foto a sus redes sociales y bloqueo su teléfono para guardarlo.

Haré un Alfa de tíWhere stories live. Discover now