Homicidal And Suicidal [Rubius y Tu]

Capítulo 4

Rompí la afeitadora y saque la navaja de ella. La deslice por mi muñeca dejando caer aquel liquido rojo que salia de la cortada.

Una

Dos

Tres

Cuatro

Y cinco cortadas.

Necesitaba mas que eso...

Tome la navaja con mi otra mano y la deje en mi muñeca pero fui rápidamente hacia arriba con ella deslizando la por mi piel. Chille de dolor... Pero se convirtió en satisfacción.

Me gustaba hacer esto.

Quite mis pantalones y seguí hiriéndome por gusto, hasta que la perilla de la puerta del baño quiso abrirse pero no podía.

—_________? _________ se que estas hay... Yo... Lo siento por decir esas cosas... No lo decía con querer... Sabes que yo nunca te haría daño.— habló Ruben detrás de la puerta.

Aunque se estuviera disculpando, en él momento que las dijo dolió bastante... Porque, piensas que la única persona que te desea viva te dijo que te mueras...

Mordí mis labios mientras lloraba en silencio.

Una mas y dejaría de sufrir...

Puse nuevamente la muñeca y di un tajo hacia arriba, profundo. Lo que me hizo gritar de dolor y caer al piso, no sin antes escuchar como aquella puerta que nos separaba se rompía en pedazos...

•°•°•°•°•

Abrí mis ojos mientras sentía él peso de mi cierto. Me reincorpore en donde estaba y era cómoda. Una cama supuse. Mire mis brazos y estaban vendados al igual que mis piernas. Mire a mi alrededor y no estaba en casa, estaba en una habitación diferente...

La puerta se abrió, lo que causo que diera un brinco por él susto. Era Ruben, quien hablaba por su móvil en un idioma que no conocía.

«nordico tiene que ser, pense»

Colgó la llamada y miro donde yo estaba. Sus ojos se pusieron brillosos y corrió hacia mi abrazadome con cuidado mientras me recostaba en la cama.

—No lo vuelvas a hacer por favor...— su voz se escuchaba ronca y quebrada.

Estaba enojada y dolida por lo que dijo, pero no puedo negar que me rompe él corazón verlo así tan frágil.

—Pedir eso es como pedir que tu dejes de matar personas...

—No hablemos de mi, solo quiero saber como estas...

—Mal, muy mal Ruben.

—Que te duele?

Mordí mi labio mientras mis ojos se aguaban. Ruben entendió que sus palabras me habían solido y me abrazo fuerte.

—No fue bueno decir esas cosas, lo se, pero nada es cierto mi amor, no quiero que mueras porque si mueres yo me suicidó.— le mire sorprendida por lo último que dijo.— no podría vivir en un mundo donde no esta él amor de mi vida... No tendría sentido vivir si tu no estas.