Homicidal And Suicidal [Rubius y Tu]

Epílogo

«Ruben (aun no pongan la multimedia)

Los días pasaron, hasta convertirse en meses. En todo este tiempo he tenido pequeños indicios de donde está ________ pero nunca son acertados. O tal vez haya estado ahí pero no estoy seguro con certeza.

Apague la laptop y restriegue mi cara con mis manos un poco frustrado.

Donde estas...

Era la pregunta que no sabia de mi cabeza. Sin interrogante ni nada, una pregunta sin ser una. Es complicado de entender pero nunca fui una persona que pueda expresar bien lo que siente.

Salí de mi coche al ultimo indicio donde estaba ________. Era un edificio abandonado en mitad de la ciudad de Madrid. Por ello voy ""disfrazado"" para no ser reconocido. Iba a entrar pero me di cuenta que estaba cerrado con cadenas y candado... Porque un edificio abandonado iba a estar tan protegido? Entre por el callejón buscando alguna forma de entrar y para mi buena suerte había una puerta de emergencia detrás del edificio que se encontraba abierta. Tome el arma y entre con ella en mano.

«________

Me tenían secuestrada. Ya no había duda de eso. Estos meses la he pasado horrible. Han abusado de mi y golpeado... Me siento sucia...

Limpie mis muñecas y las seque con un paño que me habían dejado. Cuando escuche la puerta abrirse escondí el paño y baje mis mangas rápidamente.

—Ya era hora de despertar no?— hablo Tom, un chico de la edad de Ruben que era "bueno" conmigo cuando estábamos a solas pero para proteger su culo delante de los demás tenia que maltratarme.

—Callate. No se me olvida el golpe que me diste ayer.— me cruce de brazos. Estaba enojada, se suponía que era mi "amigo" pero solo me dio un gran golpe, dejándome inconsciente.

—Oh vamos _____ sabes que o era eso o que esos putos simios con retraso te maltratara. Esas viva porque yo te he protegido.

—Aun no entiendo porque lo haces.

—Porque quiero que vuelvas con tu novio estúpida. — me tiro un almohadón y yo le mire con un poco de tristeza.

Iba a hablar pero unos balazos nos alertaron.

—Tom te necesitamos. — dijo el simio con retraso que entro por la puerta. Tom asintió y salio con el. Pero lo detuve antes que se fuera.

—Si es él... No lo mates, impide que lo hagan... Por favor.— le rogué y este solo se limito a asentir. Se soltó de mi agarre y salio mientras unos tipos me agarraban de los brazos y me llevaban a la azotea. El techo para ser exactos. Ambos simios retrasados se quedaron de pie mientras me agarraban del brazo y ponían una pistola en mi cabeza.

«Ruben

Uno... Dos... Tres...

Me estaba volviendo loco nuevamente... Mataba a quien se me cruzara por el camino, me hiciera algo o no. Reía como maniático sin dejar de matar... Como extrañaba esto...

Y de un momento a otro, cuando todos en la habitación tenia una bala o en la cabeza o en el pecho, recordé a ________ diciendo que no matara... Negué varias veces y salí de la habitación. Entre llegar al ultimo piso y pasar por todas las Habitaciones, ya me había gastado un paquete de balas. Cincuenta balas gastadas en gente miserable que se lo merecía.

Llegue a la azotea pero un tío musculoso y enorme me impidió la pasada. No tenia balas... La fuerza no me sirvió en estos momentos así que no se que hacer.

Pero en ese momento una bala atravesó su cabeza. Mire hacia atrás y era un chico un poco mas bajo que yo.

—Ruben, cierto?— preguntó el chico mientras le apuntaba con el arma