El sheriff Stililinski tiene que ir al bosque, se ha producido un nuevo asesinato, pero este es distinto. Su hijo, Stiles, que ha escuchado la conversación de su padre, va a buscar a su mejor amigo, Scott, que aunque le acompaña a todas sus aventura...
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-Esta claro que no puedes ir esa fiesta, y jugar el partido mucho menos...- Dice Stiles normalizando la situación -Pero ¿por que no?- Dice molesto. -Pues porque al parecer eres un hombre lobo que se transforma cada vez que se enfada, y ya sabes... es luna llena.- -Pero es que va ir Alison!- Dice haciendo pucheros -Scott! Como si va la reina de Inglaterra, no vas a ir a esa fiesta.- Stiles cree que ha dejado zanjado y claro el tema, pero cuando horas después le ve con el equipamiento ve que se equivoca -SCOTT! Que te he dicho?- Dice en voz baja pero enfadado -Que no fuera a la fiesta.- Dice retándole y riéndose, tras eso se va trotando hacia el campo. -Esto no va a salir bien- dice hablando solo.
Él, como de costumbre, esta sentado en el banquillo. Cuando mira a las gradas ve a Lydia y Alison sentadas juntas, y abajo, medio escondió, encuentra a Derek. Se tranquiliza al ver que está ahí, pero le sorprende. De pronto escucha un ruido en el campo que le distrae de su vista, cuando mira que provoca ese ruido, se encuentra con lo peor, Scott desconsolado, y llevándose por delante a todo el que se cruza en su camino. El entrenador, que no ve la seriedad del problema, esta encanado. Scott tiene los ojos brillantes,colmillos, que gracias al casco no se aprecian y una garra que ha atravesado el guante.
