Cuentos cortos

La llave

Mis ojos estaban ciegos, mis oídos sordos y mi piel casi insensible; un sutil cosquilleo rodeaba un peso metálico que cargaba mi mano. Pude suponer, a tanteo, que trataba de una llave. El frío me entumecía con suficiencia, burlándose de mi dolorido cuerpo despojado de toda prenda. Un estado de confusión nunca antes padecido, gobernaba mi mente evadiendo cualquier conocimiento útil sobre mí misma antes del despertar.
Con movimientos mecánicos logré levantarme del suelo que me aprisionaba, desplazándome desconfiada por la habitación.
Debieron pasar eternos segundos de completa oscuridad para ser capaz de adaptarme a ella.
¡Qué aterrada me sentí entonces!
La soledad en todos sus sentidos me rodeaba. No existía ni suelo, ni pared, ni techo, ni estrellas. La sensación de superficie bajo mis pies había desaparecido como si de una brisa primaveral se tratase.
Mi única compañía era un baúl que parecía levitar junto a mí.
Tan grande como para caber en él y tan tremebundo como para rechazarlo en mi sano juicio; que por suerte, o desgracia, no era el caso.
Tal vez fue la propia curiosidad humana la que me incitó a introducir la llave en la cerradura, a descubrir mi inevitable perdición.
Una luz blanca me volvió a cegar con tanta intensidad que ni mis manos podían protegerme. Ahí fue cuando me vi, nos recordé.
Mis gritos no fueron capaces de rescatarme de la aterradora visión, tampoco el llanto de la niña que estaba siendo golpeada, con falta humanidad, por un machete en medio de un desorden de juguetes y paredes rosas a medio pintar. El monstruo sostenía una botella de ron y con la misma mano limpiaba restos de un polvo blanquecino bajo su nariz.
Ambas herramientas que lo condujeron, me condujeron, al mismísimo infierno.
La oscuridad volvió a abrazarme con frenesí. Lo merezco.

Este micro relato de 300 palabras lo escribí como parte de un reto del que participé en un grupo de facebook, así que, como ya está publicado, lo publiqué también por aquí. Espero que les haya gustado 😊