PRÓLOGO

40 11 7
                                    

Los sonidos que percibo hacen que realice una mueca de dolor, no comprendo de dónde proviene, pero sé que se encuentra amortiguado cuando intento agudizarlos. Se siente como si estuviese sumergida bajo agua, excluida, a la espera de una señal. Una señal que no hace más que llegar en forma tardía.

De pronto abro los ojos de golpe y, con esa acción, los sonidos me llegan de forma abrupta.

Un parque.

Eso es todo lo que percibo. Observo con atención al grupo de personas que se hayan caminando por el sitio. La mayoría son niños y jóvenes adultos quienes se encuentran disfrutando del lugar. Parpadeo varias veces para adaptar mi vista, por los fuertes rayos solares que entrecierran mis ojos intuyo que no ha de pasar el mediodía. De pronto, los sonidos que percibo hacen que camine a ciegas una vez más. Busco la voz, guiándome con lo poco que oigo. No pasa desapercibo la forma en la que simplemente camino hacia el sonido.

A lo lejos, un grupo de cinco personas aguardan a que llegue a ellos. Siento mi corazón palpitar con fuerza cuando empiezan a corear mi nombre, alzando las manos al aire para hacerse notar entre la gente.

La tranquilidad y alegría es instantánea una vez los observo pero de alguna forma sé que algo anda mal.

Puedo observarlos, puedo emocionarme por llegar a ellos, puedo sentirlos... Sin embargo, sus rostros no se encuentran allí. 

Puedo ver sus cuerpos, no obstante el cuello para arriba se encuentra difuminado, impidiendo reconocerlos. Es como si tuviesen una bolsa plástica alrededor de sus cabezas que me impide observarlos como se debe. De un momento a otro, el parque empieza a ser más concurrido. Me desconcentro y pierdo el rumbo hacia el grupo, creo mantenerme de esa forma por minutos hasta que, una vez más, reacciono a mi nombre siendo gritado por alguien. El desespero por llegar a la voz es simplemente doloroso, tanto es el sentimiento que, a medida que me acerco a ellos el corazón me punza. 

Entonces los encontré.

Eran mi grupo de amigos, simplemente lo sabía por la forma en la que me sonreían, pero seguía sin comprender cómo lo hacían, sus rostros permanecían difuminados ante mí. Empiezo a tener el presentimiento de que sonríen por mí. Ellos están felices de verme. De pronto la voz grave que estuvo llamando por mi nombre se hace oír, era un chico con la mano alzada, como si esperase que chocara las palmas con él. Me acerco y rompo la distancia que nos mantenía alejados, sonriendo. 

El sentimiento de no conocerlos me embargó por completo, pero seguían siendo mis amigos y me obligaba a permanecer con ellos. Sin embargo, una voz es lo bastante conocida para logar que mi corazón se agite con insistencia. Entonces las voces se mezclaron, no tomaban recesos para hablar, sino que directamente me abarrotaban con preguntas, todo era bastante confuso, en un instante dejé de recordar qué decían y qué yo les respondía. Mi boca se movía, salían palabras de ella, pero no podía oír ni recordar lo que decía.

Pero era feliz.

No sé cómo sucedió, pero aquel chico que me había llamado tenía sangre escurriéndole sobre la cabeza, seguía sin ver su rostro, pero sabía que estaba asustado, aterrorizado, confundido. No comprendía qué sucedía o la razón del por qué ya estaba llorando. 

Caían lágrimas por mi rostro. Ya no había gente a nuestro alrededor, todo era silencio, un silencio que me aplastaba y me exigía que encontrase una solución. 

Una solución para él.

Me acerqué hasta el punto en que lo sostuve entre mis brazos, su peso logró que retrocediese y que mis rodillas sucumban ante él. Empecé a acurrucarlo con lo que reconocí desesperación, miedo, dolor...

Sin embargo, todas esas emociones las sentía ajenas a mí.

Entonces, de un momento para otro y sin comprender cómo, noté que en el instante que el chico cayó de mis brazos yo ya estaba muerta. 

En realidad ya lo sabía, todos habíamos muerto y no entendía cómo ni el cuándo ni el por qué, simplemente comprendía que todos ya habíamos fallecido y que era más que tarde para remediarlo.


Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 14 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

PARADISEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora