Han pasado 100 años desde aquella tragedia... donde la dulce Chara se suicidó en esa sucia caverna... pensar que antes de la tragedia humanos y monstruos convivían en paz, no es que nosotros los humanos nos lleváramos bien con ellos, es solo que, simplemente había tolerancia, tú no te metes con un monstruo y él no se meterá contigo, cuestión de honor, de palabra supongo, pero la dulce Chara... tuvo la desgracia de que el monstruo Asriel se enamorara de ella, al ser rechazado, Asriel espero la oportunidad para "hacerla suya" muchos escucharon los gritos a lo lejos, pero cuando llegamos al lugar, ambos habían muerto en lo profundo de esa sucia caverna... el pueblo donde Chara vivía dio la alarma, todo el mundo tomo las armas y condenamos a todos los monstruos a vivir en esa sucia caverna, si, no me cansare de decirle "sucia", sellamos ese lugar, para que este tipo de tragedias no le ocurrieran nunca más a otro ser humano, como dije han pasado 100 años desde entonces y es sabido que a veces se escuchan los gritos de auxilio de Chara... pobre Chara... era tan dulce... era tan amada... y eso nos lleva a la siguiente historia
El día estaba nublado, a punto de llover, al menos eso parecía, una joven de 15 años se dirigía a la caverna maldita, parecía no tener miedo a la historia que se decía de ese lugar, simplemente se adentró, se sentó y empezó llorar desconsoladamente, gritaba con todas sus fuerzas
- ¡Hermano! ¿Por qué me dejaste? ¡porque! ¡Noooooo! ¡Nooooo...!
Así se la paso un buen rato, cuando por fin se tranquilizó comenzó a meditar
- Hermano... voy a extrañarte tanto... sé que has muerto por cumplir con tu deber de proteger a los que te piden ayuda... pero no dejo de culparme por no estar ese día contigo... también lamento no haber llorado tanto en tu funeral como lo estoy haciendo en esta caverna... pero... simplemente no quería preocupar a los demás... no quiero que me tengan lastima, no quiero que se preocupen, puedo superarlo... solo necesito estar un tiempo sola... hermano, daré lo mejor de mí, seguiré tu ejemplo de ayudar a otros, siempre estarás en mis recuerdos...
La chica empezó a llorar de nuevo, su suéter azul grande de rayas se había ensuciado demasiado, su largo cabello empezaba a estorbarle así que se hizo una coleta, su pantalón y zapatos se habían ensuciado aún más, reviso su mochila para sacar un pañuelo secándose las lágrimas, cuando estaba aún más tranquila escucho una voz que gritaba
- ¡Ayúdenme, por favor que alguien me ayude, sáquenme de aquí!
- ¿Una chica? ¡Donde estas! ¡responde!
- ¡Por aquí, auxilio!La chica se asomó y vio el gran hoyo, parecía llevar al mismo infierno
- ¡Ayúdame por favor!
- ¡! ¡Si, ya voy, aguanta!Sin pensarlo mucho la chica empezó a bajar a ese infierno, aunque era una profesional escalando, sin el equipo necesario termino cayendo al dar un mal paso, cuando despertó, se dio cuenta de inmediato que unas extrañas flores doradas amortiguaron su caída, mirando hacia arriba vio con horror que cayó muy profundo y que era imposible subir, se sentó por un momento para ver sus heridas, no eran muchas, no sentía su cuerpo adolorido por más que se revisara y es que era realmente increíble haber sobrevivido a una caída de esa magnitud, se levantó y dijo
- Descuida hermano, buscare una salida, no voy a morir aquí así de fácil
Apenas dio unos cuantos pasos cuando de repente una extraña flor apareció frente a ella, se veía en muy mal estado y lo que parecía una cara reflejaba angustia y miedo pero empezó a hablar
- Hola... pareces estar bien... am... ¿Cómo te llamas?
- Me llamo Frisk ¿Cuál es el tuyo?
- ... Alguien como yo no merece tener un nombre... mira lo que quiero decir es que tú debes de...De repente se escuchó la voz de una poderosa mujer preguntando
- ¿Quién anda ahí?
Frisk noto que la extraña flor se escondió, finalmente pudo ver quien era la de la voz... era una criatura con cuerpo humano y cara de cabra, le sorprendió mas que estuviera vestida y armada con una daga, sin embargo la criatura se sorprendió mas y exclamo