Prometo, no, juro que mataré a Nathan por hacer esto, de eso no habia duda alguna. Agradecia traer en poseción aquellos lentes oscuros, mi mirada estallaba fuego — literalmente, claro — cualquier vocabulario, menos el de toda persona normal, rondaba por mi mente — y hablaba en serio —.
— Buen dia a todos. - se dedicó a pronunciar aquel hombre que pronto estaría en una tumba.
— ¿La reina del hielo no sabe saludar?
Genial, tuvo que abrir la boca. A veces deseaba no cruzarme tan seguido con aquella persona, ¿era mucho pedir?
Mis ojos se volvieron en blanco ante aquella respuesta — claro que nadie lo notó —.Aquella puerta volvió a rechinar, asi que para evitar alguna respuesta a aquel ser humano — que ni parecia uno — mi mirada la dirigí a aquella figura que se adentraba al estudio.
— ¡Anton!
Me dediqué a pronunciar antes de darme cuenta que ya andaba en brazos de éste. Estaba claro que era una persona fria, seca, cero femenina y para nada cordial; pero no era por mala gana, yo lo llamaba libertad.
— ¿Por qué no estaba enterado que vendrías aqui? - questionó el castaño terminando de aquel abrazo dado hace pocos segundos.
— No se si me dan asco o cólera. - comentó en un susurro, el cuál según él, nadie escucharia.
— Nadie me aviso que vendrías tú, sino sabes que hubiera llegado junto a ti.
Di respuesta a aquella questión que realizó mi dulce Anton — o Zedd, como todos lo conocian — ignorando por completo al chico de Animals.
Realmente, Garritsen sabia cuándo y cómo agotar mi paciencia por completo, y lo lograba como nadie lo hacia — sin contar a Nathan, claro está —.Mi comportamiento de chica rebelde cambiaba con aquella persona que llegué a querer mucho, eso se debe a su trato y a cómo fue desde que nos conocimos — destino se le puede llamar — aún siendo una novata en el mundo de los DJ's, no me dejó sola.
Varios rumores decian que Anton salia conmigo, lo cual era falso, al menos por mi lado. Sabia que queria comenzar un tipo de relación con mi persona, pero tambien estaba enterado que yo no voy a lo serio, quizás mi carrera me hizo ver ello.
— ¿Van a dejar su estúpido lado cursi e infantil y venir a trabajar, o es pérdida de mi tiempo el estar aquí? - questionó mi querido Garritsen.
Odio su voz, el solo escucharlo me estresa — o quizás solo son las palabras que suelta a la ligera — no deberia estar él aqui, por más amigo que sea de Zedd, deseo que desaparesca.
— Bien Anton, ¿cómo va el track que lanzaremos en poco tiempo? - pregunte en mi tono serio de dia a dia.
— Ha quedado genial, solo faltaba darle unos ajustes y luego comenzariamos con el video oficial. - respondió con aquella sonrisa que se maneja el dulce castaño.
— ¿Por qué no le dices las sorpresas Zedd? - questionó Nathan. Habia olvidado por completo su presencia en esta habitación.
— ¿Qué sorpresas?
Me daba más miedo que curiosidad por saber lo que dirian — y hablaba en serio —. Adoro a Anton, pero al tener de amigo a Garritsen, no era del todo alegria para mi.
—La chica que participará en el video serás tú. Es genial, lleva tu personalidad y tu fuerza, lo sabes. - comentó en un inicio mi querido amigo.
— Bien, eso es claro, no puedes hacerlo sin mi. - comenté sarcástica. - ¿Lo segundo?
Quiero acabar de una vez con esto, y no se por qué presiento que será algo malo, mi mente, cuerpo y sexto sentido de mujer me lo hacen saber.
— Definitavemente no, y si no entendieron la primera vez se los vuelvo a repetir, no.
Fue lo último que respondi antes de salir de aquel lugar provocando que la puerta termine en un buen golpe.
Realizar un video musical en el cual el personaje principal sea yo, y que el chico por el que haga escapes a morir sea Garritsen, están completamente locos.
Camine hasta llegar a la cafetería de aquel edificio, solo opte por sentarme en una de las mesas aunque era claro que la mesera vendria para saber que deseaba de tomar, mi humor era solo de muerte. Aún asi, pedi de un capuccino.— Ser la novia con el chico de Animals, ja. Idiotas.
Me susurré a mi misma aún con toda esa cólera encima. Sigo sin entender, ¿por qué? Esto lo hacen con otra intensión, pero no, no les saldrá su tonto plan, antes muerta — y lo decía en serio —.
Tomé de mi móvil y entré a mis páginas sociales, las más comunes Instagram, Twitter y Facebook. Amo cuando realizan fotomontajes o ediciones mias, lo que odio es que a veces en aquellas fotos, me relacionen con Garrix.
Nunca olvidaría el cómo lo conocí, y quizás mi empresa tenía razón en un inicio, " no hables con Martin Garrix, es mala influencia y buena competencia, es tu enemigo".
Al final, se convirtió en eso, mi peor enemigo.
— Deberias dejar de huir como un niña pequeña. - esa voz no podia ser de un doble.
— ¡Tiësto!
Respondí en un grito ya muy común en cada encuentro que tengo con este hombre. Lo adoro, en esas cortas palabras, lo adoro. Él es como mi hermano mayor o quizás hasta un padre — lo lamento Nathan —.
Sus brazos ya me tenían rodeada, aquel abrazo que no se soltaba quizás debido al tiempo de separación, no lo veia hace un mes, o un poco más.— Kim, sé adulta y asumelo. - comentó rompiendo de aquel momento y logrando que mi atención se posara en él.
— Quiero serlo, pero el solo hecho de trabajar con él, revive el volcán interior que llevo dentro. - solo respondi, fria y seca.
— Pequeña Kim, ¿cuándo crecerás? - una risa burlona vino con aquella questión.
— Que gran broma padre, que gran broma.
Me dediqué a responder en un tono lleno de sarcasmo. No puedo ser demasiado seria con él, es imposible. Soy quien soy con este hombre, y eso es por todos los consejos que viene dejandome junto a su adorada mujer, con los dos, siento que tengo una familia.
Él dice que soy como su pequeña hija, por eso me dice "pequeña" pero por momentos no me gusta, es decir, "Hola, tengo 19".— Tierra llamando a Kim.
— Aquella mujer vuelve locos a todos, y no solo por su belleza.
— No sé que le ven.
No sé por qué solo escuche el estúpido comentario de Garritsen, en serio, mata mi poca paciencia.
— No voy a responderte porque estaría hablando con un animal que no entiende, e incluso los animales captan mejor que tú.
Me dedique a responder a lo cual, una mirada de muerte ya tenia encima y risas por lo bajo a mi alrededor. Amaba ser la mala en estos momentos, era más que feliz el odio que originaba para mi misma por los demás y más si el que perdia en esos casos de maldad era Garrix.
BIENVENIDO JUEVES.
Un capitulo más de nuestro bello Garrix. Espero que les guste demasiado.
| Se aceptan comentarios positivos y/o negativos. |Buenas Noches mis Garrixer's.
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