Marcando territorio

1. Rubius

Nunca sale en los vídeos de cuando salen por ahí, pero hay veces que hay proposiciones indecentes. Les ocurre a casi todos los youtubers. Más, ahora que son famosos y la geste les reconoce, aunque siguen siendo considerablemente menos de lo que la gente se piensa; pero las hay. Chicas que quieren salir diciendo que se han acostado con un youtuber, o quieren ser sus novias, o quieren un poco de fama, o quien sabe qué. La mente femenina es muy retorcida, y llena de secretos insondables para los hombres. Incluso cuando se intentan explicar, Rubén no entiende lo que quieren decir.

Aunque la inmensa mayoría sean mujeres (aunque es un poco ridículo decir inmensa cuando se considera lo 'inmensa' que no es la cantidad total de proposiciones, claro está), también hay hombres. Éstos son ocasionales, y muchos, muchos menos. Rubén cree que es porque (si los conocen) saben que son heteros y con novia, y aunque estén interesados, desisten antes de empezar para evitar perder el tiempo. O a lo mejor no les interesan a los gays, o no les parecen atractivos. Lo cual le sorprendería, porque cuando Vegettita va con manga corta y marcando bíceps a más de uno se le van los ojos, y no de envidia precisamente.

Concretamente, a Rubén mismo se lo han propuesto un total de tres chicos, a lo largo de todos estos años. De ellos, el primero, a pesar de no parecerse en nada a Willy, ni físicamente ni por su voz, ni por nada en específico, le recordaba a él poderosamente, a saber por qué extraño motivo. Rubén salió de aquélla bastante perturbado, y no precisamente porque fuera un hombre. Sino que Willy no. No que Willy fuera feo, pero para Rubén Willy era un ser asexual, como un hermano o un familiar. Computar a Willy como un ente con vida sexual activa hacía que su procesador mental tuviera un fail épico.

El segundo había sido en Sudamérica: era un hombre de mediana estatura y complexión, piel de color caramelo y expresivos ojos negros que eran un tanto rasgados, pelo muy liso y negro; era un chico guapillo, si bien con carita de crío que no necesita afeitarse todos los días. El tercero, en el Ultra en Miami, había sido un chico con el pelo de color castaño medio en ricitos que la madre de Rubén llamaría 'adorables'. Tenía una complexión parecida a la de Álex: bajito, delgadito, y muy pálido como para vivir en Miami. No tenía ni idea de quién era Rubén, pero aun así se le había acercado.

Rubén les ha dicho a todos que no, y había bastado, todos se lo han tomado bien - Rubén incluso había tenido un pequeño subidón de autoestima; según las propias palabras del chileno: "joder, que aunque sepa que no te van los hombres, estás tan jodidamente bueno que había que intentarlo". Rubén le había invitado a una cerveza, por el cumplido, y habían hablado de GTA y Counter Strike, y ahí había acabado la cosa.

Estaba seguro que el resto de youtubers también tenían sus ofertas. Frank un par de veces que él hubiera visto. Mangel seguro, aunque Rubén nunca lo hubiera visto personalmente – Mangel era adorable y estrujable y se negaba a considerar la posibilidad de que los gays fueran gilipollas o ciegos o las dos cosas y no lo hubieran intentado con él. En cuanto a Willy, Rubén sólo había visto un tío intentarlo con él, aunque es posible que hubiera habido alguno más. De todas formas, si alguna vez había ocurrido, y había sido en la presencia de Vegetta como aquella vez, la mirada asesina de Vegetta habría disuadido al más audaz y valiente y le habría convencido de que no, Willy no estaba disponible. Ni lo estaría nunca.

Nadie sabía a ciencia cierta sobre Vegetta, porque el hombre era un troll cuando quería y simplemente hacía un movimiento de cejas que podía significar todo y nada.

Todos, en general, suponía Rubén.

Y Álex también estaba incluido en ese 'todos'. Álex, por la mayor parte, parecía en parte ajeno a esto de las preposiciones indecentes. Mayormente porque a él se le acercaban menos, y, en general, las chicas que se acercaban eran muy jovencitas, muy niñas y todas muy adorables y Álex las trataba como a cualquier otro fan: amable y amistoso. Nunca se le había notado con ganas de llevarse a una a casa, ni parecía siquiera haberlo considerado. Pero, para infortunio de todos los que le rodeaban, no eran chiquillas adorables lo que más se le acercaban a Álex – o eso le parecía a Rubén, que se iba a quedar calvo un día de estirarse el pelo de frustración.