# 2

2K 162 5
                                    


19 de marzo del 2016

Mamá y tú se casaron en febrero, específicamente en San Valentín. Estaban felices, muy emocionados por la nueva aventura. Y yo lo estaba por ustedes. Al final de cuentas, tú tenía treinta años y mamá, treinta siete. No era mucha la diferencia, pero a sus hermanas le gustaba hacerlo.

Mi infierno comenzó cuando, sin querer, rompí tu jarrón. Eres coleccionista y esa pieza valía mucho dinero. Tú solo me miraste y yo estaba tan consternada por el accidente que no me di cuenta que te acercabas, susurrando perra para luego propinarme una bofetada que me dolió hasta el alma. Después te encargaste de jalarme el cabello y golpearme contra el mesón. Puta barata, ¿sabes cuánto cuesta esa reliquia? 

Yo no podía ni defenderme, solo gritaba de dolor y eso no te importaba. Me soltaste y amenazaste. Ni una puñetera palabra de esto, ¿entendiste? ¡Regresa a tu habitación y no salgas de ahí!

Hice caso para no amargarte más. Me encerré en mi cuarto y en el espejo de baño y vi lo que me hiciste. Mi nariz goteaba sangre y tenía un hematoma verde por toda la mejilla, llena de astillas. Tuve que curarme como pude y tomarme una de esas pastillas que robé de mamá para dormir.

Mi calvario solo estaba empezando. 

Cartas al abusador- #PGP2017.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora