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10 de abril del 2016

Después de ese insulto de mi madre... Y tú no volviste a tocarme. Pensé que mamá había puesto las cartas sobre la mesa y prohibírtelo. Que tonta soy.

Ahora me han tomado como una empleada y tengo que hacer todos los mandados. No me quejo, he acabado la secundaria y estoy en mi año sabático, pero hoy las cosas subieron de nivel. Mamá me pidió que vaya a comprarle unos postres, para saciar su hambre, de su tienda favorita. Fui y estaba cerrada. Entonces, tuve que ir a otra y mamá se dio cuenta y me jaló del cabello.

«Mentirosa e incompetente. Ni eso puedes hacer.»

Tú, que te encontrabas a su lado, empezaste a reír. «Por eso la golpeaba, amor. Porque es una inservible.»

Mamá empezó a proferir más insultos y a seguir jalándome más. El cuero cabelludo empezaba a arderme y mis lágrimas salían. Le pedía que por favor me soltara, que no volvería a pasar. No me escuchaba y tú empezaste a aplaudirla.

«Cariño, puedo llevarla arriba y darle un escarmiento de verdad.»

Una sonrisa fría apareció en los labios de ella. Me empujó hacia ti y le tomó más atención a la televisión.

Yo empecé a gritar. «No, mamá. Por favor, me hará daño. Te prometo que no volveré a cometer un error. ¡MAMÁ, POR FAVOR! NO ME DEJES CON ÉL...»

Ella, por supuesto, no hizo caso y tú me tomaste en mi cuarto. Me pegabas y violabas y yo no dejaba de gritar. ¿Cuándo terminaría este martirio?

Quiero descansar de este dolor...


Cartas al abusador- #PGP2017.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora