Capítulo 3

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Un viernes por la noche decidí salir e ir a bailar, fui a una discoteca en medio de la ciudad ya que era un lugar muy bueno según me había escuchado comentarios. Me dirigí a la barra pedí un tequila sentí un calor que recorría mi garganta muy rico por lo que decidí pedir otros más. Después observe la pista de baile y estaba hay el chico perfecto, era musculoso con espalda ancha, ojos verde esmeralda, tenía un hermoso tatuaje en el cuello que era como de un dragón desde que lo observe me encanto, me iba a dirigir hacia el pero en eso vi que estaba con mi peor enemiga Luciana.

Me llene de furia al ver a esa tonta con el chico perfecto, y la muy idiota sabia que me molestaba porque lo tomo del cuello y le metió la lengua hasta el fondo de la garganta. Sentía furia en todo mi cuerpo así que me fui directo al baño hay se me vino una idea como rayo a la mente, tenía que eliminar a la estúpida de Luciana.

Llame a su celular y le dije que alguien quería abrir su carro, la muy idiota salió corriendo directo al estacionamiento y yo fui detrás, en ese momento sentía una adrenalina recorrer mi cuerpo. Ella llegó a su carro y observo que las cerraduras no estuvieran forzadas y en ese momento me puse detrás con un palo que me encontré maldita no sabes cuanto tiempo esperé para tenerte así, eres la segunda persona a la que más odio en este mundo y para joderme más tienes esos malditos ojos azules.

Ella solo me observaba sorprendida e intento abrir el auto pero en ese momento le di un golpe en la cabeza y luego otro, en ese momento se dejo caer en el suelo y empecé a patearla, ella solo sollozaba, luego siento unas manos en mi cintura y me volteo rápido y lo veo a el, el chico que acompañaba a Luciana el me sonrío y me dijo no tienes idea de lo sexy que te ves en este momento, te agradezco por quitarme de encima a esta loca empalagosa, me guiño el ojo y con voz sexy me dijo mi nombre es Alán hermosa y beso mi mano.
En ese momento me sentía en las nubes así que le dije deseas seguir con este juego y por cierto soy Emily pero me puedes llamar amor si deseas.

El subió a Luciana al carro y nos dirigimos a las afueras de la ciudad, en un lote que estaba vacío se detuvo y la volvió a bajar.

Saque de mi cartera una navaja y se la di a Alán el la tomo y me dijo esto lo haré en honor a ti amor, y seguido le clavo la navaja en la pierna izquierda y le desgarraba poco a poco la piel, ver la sangre me fascinaba, así que fue directo donde estaba el y lo bese apasionadamente para luego arrancar la navaja de su pierna y se la enterré en su corazón, ver como se desangraba poco a poco era muy gratificante para mi.

Alán me abrazo por atrás y me dijo en el oído no sabes lo excitado que estoy gracias a esto amor, y acto seguido tuve una de las mejores noches de mi vida.





*MALDITOS OJOS AZULES*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora