D O S

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Drabble numero 2:
"Nadie nos derrumbará"

(Si, este también es de Fedix)
(A la Mod le dio pereza poner sinopsis)

Una tarde en la ciudad,un chico de cabellos rozados y ojos azulados caminaba tranquilamente por la calle posando la mirada en los edificios.Justo había salido de hacer la compra (gracias a su amiga, Abby que lo obligó a salir). Mientras caminaba se mantenía ocupado pensando.De las cosas que pasaban por su mente, una de ellas le mantenía distraído. Un chico, es decir, su mejor amigo, Félix. Sus ojos ámbar, su cabello rosáceo, le parecían bastante llamativos al chico que llevaba las bolsas. Además de pensar en el (como siempre), se preguntaba dónde estaría, porque en la mañana le había visto hablando con Abby, acordando ir de visita. Pero según la pelirroja, no había oído de el desde entonces. Eso tenía a Fede preocupado. ¿Tendrá otros amigos? se preguntaba, intentando evadir cuestionarse si su amigo ya tenía pareja. Esto lo llevó a preocuparse aún más. Oh, joder. ¿Y si ya le contó a Abby? ¿Me lo diría? ¿Cómo reacciono? Un leve gemido de dolor interrumpió sus pensamientos. Venía de un pequeño callejón cercano a él, donde los quejidos aumentaban de manera alarmante. ¿Que hago? Reaccionó el de ojos azules antes de oír a unas voces.
–¿Acaso el marica está cansado?Oh vaya, tan solo quédate quieto.
—¿Te duele? Piensa en eso antes de volver a hablarnos de ese modo
—Eres patético—decían, mientras que los ruidos de dolor sonaban más bajo, como si estuvieran acallándolos. Fede se sintió mal, había escuchado esas palabras antes, dirigidas a el. Tenía que pensar que hacer, y se apoyó en la pared, mientras pensaba cómo ayudar a la pobre persona que estaba siendo maltratada. Un poco más tarde había decido (con mucho pesar) irse, y traer a Abby presumiblemente con Félix, para ayudar a la persona que estuvieran golpeando. Sacó su teléfono, y a punto de marcarle a su amigo, escuchó un suave llanto seguido de una voz que se oía quebrada.
—P...paren, l-les juro q-que...–un golpe silencio a la persona. Realmente sorprendido y aterrado Fede bajo el teléfono lentamente. Sabía de quién se trataba. No podía llamar a su amigo. Su amigo era el que estaba sufriendo. El de ojos azules estaba asustado y no sabía que hacer, le pasaban en la cabeza mil imágenes de lo que le podría pasar al pobre Félix si no le ayudaba. No sabía que podría haber causado el para que le estuvieran golpeando sin piedad o paciencia. ¿Que habría hecho un chico tan agradable para merecer aquello?

Absolutamente nada, Fede sabía que Félix nunca heriría a nadie que no le hubiera causado algo a el mismo.
Fede no sabía que hacer. ¿Ir por ayuda o salvar a Félix? Los quejidos lo apresuraron y miro a su alrededor, donde no había nadie quien le ayudara. Tenía tanto miedo, que comenzó a entrar en pánico al pensar que hacer. Su corazón latía fuerte, su cabeza le dolia y respiraba con dificultad.Sin poder decidir, se dio un golpe en la frente y recordó algo que había pasado hace poco menos de dos años.

¿están bien?–había preguntado el de ojos ámbar mirando a la pelirroja y al pelirosa que estaban altamente golpeados
—No....-se quejó Abby aunque no se había dado cuenta de que Fede tenía lágrimas en los ojos. Félix noto eso y se acercó a el.
—¿Bro? —Felix lo llamo,poniéndole la mano en la mejilla a Fede, haciendo que ambos hicieran contacto visual.
—¿Porque? ¿Porque nadie nos acepta?–cuestionó el contrario, mientras que Abby le daba palmadas en la espalda.
—Porque la gente es idiota. No estás mal, bro, sino que la gente es estupida. No te sientas mal por lo que eres, nadie nos derrumbara jamás ¿entiendes?—le dijo Félix y le abrazo por un largo tiempo.
–¡Chicos! Quédense quietos, quiero una imagen mental de ustedes. ¡Son tan lindos juntos! —exclamó la pelirroja.
—¡Abby—se quejaron ambos, de manera avergonzada.

Fede reaccionó finalmente, y se adentró en el callejón, viendo una escena que no le favorecía. Su amigo Félix estaba con tres moretones en el rostro, un ojo un poco morado aunque ambos ojos los hubiera cerrado fuerza ya que su oponente lo tenía tomado del cuello cuello y amenazaba con darle otro golpe. Cuando se dio cuenta de que este no llegaba, abrió lentamente los ojos, volteando a ver a Fede, quien ahora había soltado las bolsas del supermercado y las tiro al suelo.
–¡Eh! ¡Déjalo en paz!–Fede se veía determinado aunque Félix solo temia por su "bro" y que terminaran golpeándolos a ambos sin piedad.
–¡Ooh! Mirad, llegó el noviecito del gay, ¿no?–dijo una de las personas que casi no eran visibles por las sombras.
—¿¡Porque no se meten con alguien que si quiera pelear?! Sois unos cobardes–insinuó Fede y se cruzó de brazos para el enojo de sus próximos combatientes.
–N-No le h-hagan d– Félix intento defender al contrario, antes de que lo soltaran y cayera al suelo. Cuando toda la pandilla se le acercó a Fede, este no parecía asustado, ni un poco. Una de las sombras le pasó por delante lentamente.
–¿Como nos dijiste, abominación?
–¿Además de estupido, necesitas algo para oír? Dije que son unos cobardes.—repitió
La misma persona que tenía a Félix tomó a Fede del cuello de la camisa con el puño en alto, mientras que el de ojos azules lo miraba, como si no le importará que lo fueran a moler a palos. Félix tan solo miro y se levanto con dificultad. Nadie le presto atención así que tomó a Fede de la mano, empujándolo hacia al lado suyo para la sorpresa de este.
—Si vais a golpearnos, ¿Porque no a ambos, eh?–le dio un golpe a Fede en el hombro, mirándolo y susurrándole en el oido. El ojiazul recogió rápidamente La Bolsa de supermercado, sacando un cuchillo de cocina que le daría más tarde a Abby. Los pandilleros se asustaron mientras que Fede les apuntaba con el filoso artefacto mientras se acercaba lentamente a ellos. Se fueron corriendo, soltando palabrotas. Fede bajo el cuchillo lo tiro a La Bolsa y luego la recogió mientras que Félix lo miraba detenidamente. Cuando finalmente se dio cuenta, se sonrojó un poco y miro a otro lado.

—¿Que ocurre, bro?—preguntó el ojiazul–¿Te duele mucho? ¿Quieres una ambulancia? ¿Llamamos a Abby?
—Nada, un poco, no y no. Solo te iba a decir una cosa, gracias.—le mostró una sonrisa, mirándole a los ojos.–¿Y tu?–
—Estoy bien si tú lo estás—dijo, también sonriendo y mirando a otro lado.
—Bueno...¿Nos vamos?—le tendió la mano aumentando su sonrisa.
—Okay, vamos —Fede tomó la mano de Félix, quien le miro a los ojos.
—¿Nadie nos derrumba?
—Nadie nos derrumba—respondió Fede, para luego envolver el brazo alrededor del cuello del de ojos ámbar y comenzar a caminar hacia la casa de Abby. Juntos y felices.

–¿¡Que os ha pasado?!–había preguntado la pelirroja, cuando volvieron–Primero llegan tarde y me traes a tu Seme todo golpeado– Abby se quejó sobre que la habían dejado sola, mientras que los chicos suspiraban.
–Abby, ¿Que rayos es un "seme"?–preguntó el muchacho ojiazul, mientras que el otro chico miraba a la de irises verdes como rogándole que no le dijera nada.
–Oh, dulce y inocente Fede...Vamos a tener una pequeña charla ¿Te parece?–continuó esta, con una sonrisa perversa mientras que encendía su teléfono para comenzar a hacer una <<Demostración visual>>. Lindo día para explicarles a ambos su adorado género "yaoi". También era un lindo día para traumar a ambos.

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Inspirado en la última canción ashshvs

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⏰ Last updated: Dec 16, 2016 ⏰

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~Drabbles~Where stories live. Discover now