Shiro, la verdad escondida detrás del abandono animal © [A la venta]

INTRODUCCIÓN

A LA VENTA

-SOLO UN CAPÍTULO DE MUESTRA-

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Shiro es un mestizo de galgo, de color blanco, macho, que nació en casa de Rufino hace 3 años, se crió desde cachorro atado con una cadena al cuello día y noche al exterior del jardín con una caseta medio derrumbada, donde el sol y el agua entraban con facilidad. Pan duro es lo único que se llevaba a la boca, pues solo le daban eso para alimentarse. Estuvo allí durante tres largos años, utilizado solo para "guardar" la casa. Un día Rufino decidió montarlo en su coche y llevarlo al bosque que había pocos kilómetros más allá. Abrió el maletero, tiro de la cadena hasta conseguir bajarlo. Una vez que lo consiguió, le quito la cadena larga, pero le dejo puesta la cadena apretada que llevaba al cuello, cerró la puerta del maletero, lo miró sin escrúpulos y se montó en el coche. Shiro veía como él se alejaba sin parar, corría y corría con todas sus fuerzas tras el vehículo ladrando, para que lo escuchara y parara a recogerlo, pero no consiguió alcanzarlo. Vio como Rufino se alejaba cada vez más rápido hasta perderle de vista.

Fue pegando tumbos de aquí para allá sin comida, solo podía llevarse a la boca la poca agua que veía en el camino, de los charcos que dejaban las lluvias. Consiguió con mucho esfuerzo llegar a la misma urbanización donde se crió. Buscó y buscó la que era su casa, y cuando la encontró, esperó y esperó hasta ver a Rufino una mañana salir de la casa, en el mismo coche con el que le habían abandonado.

Ladró y ladró, pero lo único que recibió fueron golpes, pedradas y patadas por parte del que fue su dueño. Salió corriendo, huyendo de aquellos golpes que tanto le recordaban a su vida pasada. Porque eso es lo que era UNA VIDA PASADA.

Estuvo varias noches escondido entre contenedores, asustado, hasta que una madrugada vio a un perro de su misma raza, un macho galgo de pelo negro, tendría un par de años más que él...