Wild sex love

3

Después de que esos débiles soldados me trajeran entramos a un cuarto donde me esposaron de manera que pudiera quitarme los grilletes, luego de eso me dejaron solo y espere un rato en aquella habitación, mi visión es muy buena puedo ver a través de la delgada venda en mis ojos.

La puerta se abrió y percibí un aroma muy peculiar, mira a su dirección sin moverme era un joven pequeño de cabello castaño y ojos marrón, de contextura delgada, su cabello estaba sujetado en una coleta su piel era muy pálida y vestía una manta blanca, al lado había una mujer de cabello rubio y ojos almendrados, entablaron algunas palabras luego de eso él se acercó, toco mi rostro su mano era muy cálida "¿este era el príncipe?".

La mujer salió no sin ante decir algunas cosas dejándonos solos, el me miraba algo asombrado y comenzó a tocar mi cuerpo, al chiquillo cada vez le brillaban más los ojos, "¿eres travieso?", pensé mientras miraba como jugaba con mi cuerpo, luego de un rato me quito las prendas inferiores "¿pero qué demonios?" me quede mirando todas sus acciones él se ruborizo, en verdad ese chiquillo era hermosos, toco mi miembro y comenzó a jugar con él, no pude evitarlo y este comenzó a despertar, eso pareció asombrarle más por lo visto, su rostro cada vez era más colorado.

Se quedó pensativo un rato y creo haber visto salir humo de su cabeza, miro a todos lados y luego metió mi falo en su boca, eso sí que me sorprendió, aun así, este se engrando del todo y el chiquillo se separó al instante tosiendo, toco la punta de mi miembro y de este ya empezaba a escurrir líquido, luego vi como el chiquillo se llevaba unos dedos a su trasero, me quede fijamente mirando, este se quejaba bajito mientas los metía en su buen formado trasero, esto logro excitarme aún más, después de un rato de un rato el crio se posiciono encima de mi dando la espalda, comenzó a bajar hasta que mi miembro toco su entrada, creo que esto lo asusto, ya que intento pararse, pero se lo impedí, yo ya no tenía paciencia.

—Unmm ya me estoy aburriendo— Dije mientras lo tomaba de la cadera y me metida en el

Eso fue delicioso, él estaba muy apretado y el chiquillo pego un grito de dolor, yo tape su boca para no alerta a nadie, es que no aguantaba más, nunca espere que dentro del joven se sintiera tan bien, sus paredes apretaban mi duro miembro de una manera tan deliciosamente dolorosa, que me perdía.

Esperé un momento a que se acostumbrara y comencé a embestirlo firme, el gemía entre mis manos eso me calentaba más, yo seguía en mi trabajo y las paredes de él cada vez se contraían más, yo estaba deseoso de más, lo coloque boca abajo sobre el suelo levantando su cadera y lo embestí con fuerza, sentí mi falo llegar tan adentro que creí que lo iba a romper, el chico comenzó a balbucear algunas cosas pero yo no podía escuchar, estaba sumido en el placer, el chico se vino asiendo que sus paredes apretaran más mi miembro que comenzaba a hincharse, unas estocadas más y me corrí dentro suyo, quedamos pegados por unos minutos hasta que mi pene se deshincho, Salí de él y el callo al suelo, sus ojos poco a poco se cerraron

6 horas después:

Desperté al sentí que acariciaban mi cabello, abrí mis ojos poco a poco para encontrarme con el rostro angustiado de moni

—Mm moni— Murmure.

Me dolía la garganta trate de levantarme, pero no pude, mi cuerpo dolía como un demonio, me queje bajito del dolor

—Azen por fin despiertas, estaba tan preocupada— me decía moni con su rostro afligido

—Un ¿dónde estoy? — pregunte tocando la cabeza porque sentía que se iba a explotar.

Luego recordé lo que había sucedido, ¡ese hombre no está inconsciente!, mis mejillas ardían de solo recordar lo que hice.

—Sigues en uno de los cuartos de la torre— hablo moni sin cambiar su expresión— tratamos de abrir la puerta, pero no se pudo hasta en la mañana— continuo ayúdame a incorporarme mientras dolía mi cuerpo

Me mire estaba completamente desnudo y con marcas rojas en mis muslos, al igual que en el resto del cuerpo, sentía punzada e mi trasero y creí que me iba a desmayar de la impresión

—Llévame a mi cuarto—le dije con la voz débil.

Ella asintió y me ayudo a mantenerme en pie, cuerpo gritaba de dolor, caminamos hasta mi habitación ahí me dejo mientras traía una bandeja con agua y un trapo, comenzó a limpiar cada parte de mi cuerpo y yo me sonrojaba, tenía mucha vergüenza, después de limpiarme me vistió con una de mis túnicas color azul y se dispuso para irse, pero antes la detuve

—Moni— le dije desde la cama, ella volteo a verme

—Que sea un secreto entre los dos, nadie puede enterarse de lo que paso anoche, desde ahora quedara borrado ¿si— le dije en un tono de súplica ella me miro y asintió yo le sonreí.

pero recordé al hombre lo único que tenía presente era su cuerpo su rostro no lo mire bien

—Y es- ese hombre, ¿d-donde esta? — Dije en un susurro un poco avergonzado

—Cuando entramos en la mañana el ya no estaba, los cazadores se fueron hace unas horas— dijo moni y yo asentí, luego de eso ella se retiró, mientras yo intentaba dormir.