Wild sex love

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holi a todos, le tengo una noticia, decidí retomar este manga ya que lo había abandonado, también trate de editar lo mejor que pude toda la historia por si quieren ir a revisar jjajajaj eso era todo, bye , espero que les guste 

Yo estaba exhausto y sentía que en cualquier momento perdería la conciencia, máximus me sostenía con firmeza y por orden de las ancianas me cargo hasta dejarme sobre la cama, aun podía escuchar el llanto de mi bebe y algunos chillidos que parecían gruñidos agudo lo acompañara, una de las mujeres se acercó a mi revisando mi estado de salud, pero yo estaba teniendo una crisis mental, todo esto era muy confuso, había parido dos bebes completamente diferentes.

Mi mente no pudo aguantarlo más y el ruido de las mujeres, el llanto de las criaturas que parí, las palabras de moni y los fuertes brazos de máximus, me acompañaron hasta caer en la completa oscuridad, sin pensar en nada.

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Desperté cuando sentí algo frio en mi frente, era agradable y se sentía bien, poco a poco fui abriendo los ojos, pero tuve que volver a cerrarlos debido a la luz, cuando al fin me pude acostumbrar lo primero que vi fue a mini, la mujer me sonreía con algo de alivio

—¡Por fin despiertas azen! — chillo la mujer casi llorando

—¿Qué? — pregunte algo desorientado

—Llevas tres días inconsciente, después que diste a luz te desmayaste y desde entonces has tenido unas fiebres altas— respondió la mujer

Yo me levanté rápidamente sentándome en la cama cuando recordé lo que había sucedido, el trapo que moni había puesto sobre mi cabeza callo a un lado

—Mis bebes— susurre mirando alrededor

—Cálmate un poco por favor— chillo moni sosteniéndome de los hombres para volver a recostarme— tu cuerpo aún está débil y la fiebre no ha bajado del todo— finalizo moni

La mujer tomo el trapo que había caído a un lado y lo humedeció en una vasija de agua, lo escurrió y volvió a ponerlo en mi frente, yo trataba de procesar todo mientras continuaba observando en busca de mis bebes

—¡¿Dónde están?!— pregunte comenzando a desesperarme— ¡¿Dónde están mis hijos?! — solloce al punto de las lágrimas al ver que la mujer no contestaba

—Ellos están bien, solo cálmate un poco— hablo la mujer con vos suave tratando de tranquilizarme

La mujer logro tranquilizarme ayudándome a incorporarme un poco colocando la almohada en mi espalda, yo sentía el cuerpo muy débil y también la garganta seca, le hice saber mi incomodidad y la mujer me dio un poco de agua

—¿Ya estas mejor? — pregunto la mujer cuando le devolví la vasija de agua

—Si— conteste— dime donde estas— volví a hablar más tranquilo

—Tus niños están muy bien, duermen en la habitación contigua— respondió moni

—¿Por qué no están junto a mí? —pregunte algo dolido

La mujer suspiro, yo estaba muy confundido y sentimental, recordaba muy bien haber dado a luz dos hijos y no tenerlos cercas al despertar me abrumaba un poco

—Por qué los está cuidando una nana— respondió moni y yo la mira algo molesto, no me gustaba nada lo que estaba diciendo— yo no puedo hacerlo azen, tu estas enfermo y debo cuidarte— finalizo

—No estoy enfermo— respondí algo molesto— tráelos aquí, quiero verlos— finalice y la mujer asintió

Vi a moni retirarse de la habitación y ahora que me fijaba bien, no era la misma en la que había estado desde que llegué aquí, la cama era más grande al igual que el espacio, tenía algunos muebles de roble algo rustico, pero muy buen elaborados, también tenía una puerta que daba al balcón y esta estaba descubierta solo delgadas cortinas la cubrían, además que el olor de máximus se sentía en todo el lugar, la puerta abriéndose me despertó de mis pensamientos, volví mi vista a moni la cual venía con unas mantas en sus brazo, un pequeño gruñido llamo mi atención haciendo que bajara mi vista y en el suelo vi a una pequeña criatura igual al animal de máximus, me sorprendí mucho al ver que caminaba y me sin habla.

La mujer se acercó a la cama y me tendió al pequeño bulto que cargaba yo estaba tan sorprendido que no pude moverme al ver, que el pequeño animal saltaba para subirse a la cama

—¿Estas bien? — pregunto moni haciendo que la viera—estas muy pálido— continúo hablando

—Camina— susurre viendo al pequeño minino que se acercaba a mi

—Claro que lo hace, es un cambia forma— respondió moni muy tranquila— él es tu hijo al igual que este pequeño de aquí— continuo la mujer extendiéndome de nievo el bultico en sus brazos

Yo reaccione y extendiendo mi mano recibí el pequeño ser, estaba envuelto en mantas de seda y se removió un poco, lo mire por primera vez y no pude evitar soltar algunas lágrimas, era tan pequeño y hermoso, su piel sonrosada y su escasa mata de cabello color negro, sus mejillas regordetas y esos hermosos ojos, no eran ni como los míos y mucho menos los de máximus, era un color miel tan brillante que parecía dorado, era precioso, mq quede tan absorto en el pequeño bebe que olvide todo lo demás, hasta que un pequeño chillido me saco de mi trance, mire al pequeño felino que me miraba aguardando una pequeña distancia entre nosotros, al verlo bien me pareció el ser más tierno de la tierra y estirando mi brazo, le vi correr a mi regazo.

Lo abrace con todas mi fuerza, aunque cuidando no aplastar a mi otro pequeño, yo sollozaba apretando un poco a mis criatura, era hermoso saber que ya estaba en mis brazo, que los podía sentir y no solo en mi imaginación, era el mejor sentimiento del mundo, escuche un sollozar y vi a moni sollozar mientras nos veía, le hice una seña para que se acercara y ella lo hizo sin dudar uniéndose también al abrazo. Después de un rato de estar tan sentimentales nos calmamos y ella me explico todo, máximus no se encontraba en el reino ya que había tenido que salir por un llamado urgente de mi padre, por eso había tenido que partir muy temprano, pero que desde que yo había colapsado se había mantenido a mi lado, también que la habitación en donde me encontraba le pertenecía al soberano de este lugar y que desde que nos casamos yo dormiría aquí, moni también comenzó a contarme más sobre mi hijo mayor, todo lo que pasaba con su cuerpo al ser un cambia forma yo realmente estaba sorprendido, tratando de asimilar todo.