Cross Potestates

I

   Hasta ahora, no conocemos una realidad justa para atestiguar nuestra existencia... seguramente tú también te preguntaras, si muchas leyendas, de diferentes regiones son la verdadera razón por la que hoy día estamos aquí... Yo también le llegue a preguntar al destino de donde venía... quienes fueron mis antepasados y si, por alguna razón fueron importantes... y si no lo fueron, dejaron una huella mucho más prodigiosa que un título... continuar la creación de nuestra estirpe. Hoy contare la historia de una era tal vez jamás contada, tal vez en ella se hablen de grandes guerreros y bellas doncellas, de monstruos inigualables juntos con grandes hechiceros... no se... y si ¿cambiamos los papeles..?

   Nuestra historia comienza sin un siglo escrito en libros, solo pocos saben de ella, así que serás otro afortunado... Aun cuando solo había la nada... un rayo de luz apareció y dicto una sentencia en lenguas que ya pocos saben hablar... El Córnico... Sus palabras fueron claras mientras creaba una Tierra en la que sus descendientes dictarían sus mismas leyes:

(Que los Dioses alcancen la gloria de mi liderazgo y engendren la luz de mi existir)
  
     Así es como el primer ente apareció, y de nombre le dicto como La tormenta de nieve ¨Zelus¨. Su aspecto era frio, pues su nombre lo decía todo, era un hombre de cabellera blanquecina, las hebras que formaban su pelo colgaban hasta sus hombros, su gélida  mirada, constituida por unos ojos tan azulados como las alas de una Morpho Azul, su tez pálida y casi sin vida, una nariz fina y larga,   y labios delgados, levemente rosados.

   Zelus fue guiado por aquella luz celestial a la que aún no sabemos qué nombre le combine... Hasta que una noche helada, ya que pues, Zelus se llevaba bien con frio hablo con este dios...

-          Entonces... ¿Destinados estamos a estar solos?

-          Paciencia Querido Dios helado... has de saber que no todas las cosas incurren en el dominio de lo inmediato pues  el entendimiento de la esperanza en la sustancia de un hecho  es la propia sustancia del hecho...

   Al cabo de unos meses, el dios de este frió mundo empezó a cambiar, notaba el frió y las primeras lluvias... el otoño llego representado por una bellísima mujer, había llegado con todo tipo de seres, razas y lenguas... que dejaría habitar en su estación junto a la de invierno... La doncella se hacía llamar ¨Arwen¨ la justa.

-          Arwen, la justa... ¿Porque invadir mi paraíso invernal?

-           Zelus, tormenta de nieve... En toda oscuridad, en cualquier momento del tiempo hay una luz...

-         Por que iba a necesitar mi estación, ¿una luz como la tuya?

-         Por que bajo tu manto blanco las hojas no tienen la facultad para perderse, las aguas no pueden brotar con facilidad y abundancia, mis especies no pueden durar o seguir existiendo...

-          No es justo que tu estación sea mas hermosa que la mía... Pues veo que todos mis súbditos prefieren tu color...

-          En ningún momento dije que tu estación dejara de ser hermosa...