Capítulo II

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– Uuuh. ¿Quién era ese chico, eh? –dice Camil apareciendo a mi lado.
– Um… ¿Alguien?
– ¡No te hagas la loca! Suéltalo –ordena Dina
– Bien, bien. Se llama Colton
– ¿Y porque demonios lo dejaste ir? –exclama Dina con él ceño fruncido
– Por qué debía irse ¿Si? – respondo con un suspiro
– ¡El era perfecto! –alza las manos y las dejo caer en la barra, estaba bastante borracha y me molestó la forma en la que me gritaba
– Ya, calmémonos ¿Ok? –tranquilizó Sarah
– Sí, pediré una ronda de cervezas –dijo Vera dando saltitos
– No, no, no. De ninguna manera –la paré, era la más sobria de todas y no iba a dejar que empeoraran.
– Como digas mamá –se quejó Dina
Lleve a Dina al baño y la obligue a enjuagarse la cara, después de que todas lo hiciéramos y Dina vomitara, nos relajamos y salimos del bar para ir a comer algo al restaurante de al lado.
Era un restaurante japonés, con poca iluminación y un olor nada agradable, pero estábamos hambrientas así que nos sentamos y ordenamos sushi.
– Lo siento, Calsey. Por tratarte mal –me susurró Dina– decirte que era por estar borracha es una excusa pobre.
– Esta bien, Dina. Y es la verdad, bebiste demasiado
– Aun así perdóname ¿Si?
– Sí, te perdono, eres mi mejor amiga –le asegure atrayéndola para un abrazo.
Al terminar nuestro sushi regresamos al bar que por suerte para mi salud estaba más tranquilo, nos pusimos a bailar como locas cuando empezó a sonar «Like a virgin» de Madonna que es la canción favorita de Vera quien estaba cantando con todo.
– Niñas, es hora –grito Dina a través del sonido
– ¡Siiiiii! –gritamos todas en respuesta, me sentía mejor ahora que había comido.
– Bien, síganme –cantó Dina
Bien, había llegado la hora de enfrentar mi mayor temor, pero por alguna razón ya no me sentía nerviosa es más estaba emocionada como cuando empiezas él trayecto en una montaña rusa.
Después de pagar la entrada llegamos al final de un pasillo, había una puerta y a través de ella se podía escuchar música, gritos y silbidos, mi estómago se estrecho por la emoción.
– ¿Lista Cals? –pregunto Dina, todas me miraron interrogantes.
– ¡Hagamos esta mierda! –respondí, todas nos reímos y Dina abrió la puerta.
Inmediatamente él olor a alcohol llego hasta nosotras junto con varios gritos y chillidos, habían mesas por toda la habitación y un bar al lado de la entrada y al fondo la causa de los gritos; un escenario (que era la única parte iluminada) rodeada de posters y unas sillas, había un chico era algo bajo, delgado y con cabello desordenado corto bailando «Black in black» de ac/dc, en unos ajustados pantalones desgarrados y un chaleco de cuero negro que estaba haciendo su camino al suelo.
Él chico hacía movimientos de hip hop como; un fly flash seguido de un six step y continuo con movimientos súper sexis que parecía que follaba al aire.
– Oh. Por. Dios ¡Miren ESO! –exclamó Vera
– ¡Ay! ¡Quiero subir! –chillo Camil emocionada
– Chicas la noche es de Cals, no se les olvide –recordó Dina– ahora vamos a sentarnos y ¡Disfrutar!
Todas la seguimos a una de las mesas más cercanas al escenario y llamó al camarero para traernos unos tragos.
– ¡Calientes señoritas, él próximo será un baile especialmente preparado para ustedes hoy, con un nuevo integrante. Así que demos la bienvenida a los mejores strippers de Washington, ¡Extra Hot Men!.
La habitación explotó en aplausos mientras en él escenario flotaba humo, cinco siluetas con capuchas aparecieron todas las mujeres gimieron y gritaron al verlos.
– ¡Que emocionante! –chillaron Vera y Camil
– Estoy de acuerdo –asintió Sarah
Los chicos se voltearon, luces de colores llenaron él escenario y empezó a retumbar en la habitación «You can leave your hat on» de Joe Cocker.
Todos iban vestidos con elegantes trajes negros, sombreros a juego y antifaces plateados. Empezaron a bailar de forma provocativa y toda la habitación gritaba con aprobación, mientras bailaban se iban quitando uno a uno las prendas de ropa.
— ¡Van a bajar! ¡Oh Dios quiero tocar a uno! —chillaba Camil
Se dispersaron por el escenario estando solamente en boxers blancos con rayas y un corbatín en el centro, los sombreros y los antifaces, dos chicos bajaron para tomar a dos chicas y subirlas al escenario, el calor sin duda aumentaba en la habitación cuando el resto de los chicos rondaban por todos lados semidesnudos.
— ¡Dina atráele uno a Cals! —grito Vera
— ¡Siii! ¡Eso intento! —Dina le rodo los ojos pero Vera estaba muy entretenida.
Dina se levanto de su silla agitando sus brazos y gritando, Vera y Camil me agarraron ambos brazos y me pararon a regañadientes, me llevaban hacía uno de los chicos.
Mi boca cayo el chico tenía un cuerpo súper esculpido, repase su cuerpo con la mirada hasta llegar a sus ojos, al verme vi que su mandíbula se tensaba y sus ojos se estrecharon. Sus ojos de un magnifico gris me recorrieron y sentí un hormigueo por todo el cuerpo, por Dios era la segunda vez en una noche que un chico me hacía sentir esto ¿Qué pasa conmigo?
— Ve, pequeña gatita —Dina me empujó hacía él chico.
— ¡Sí!¡Ve Cals! —las demás demandaron
El chico tomó mi mano para subir al escenario y mi estómago se contrajo, «si iba a perder la virginidad con alguien no me molestaría que fuera con este chico», no se de donde vino ese pensamiento.
— ¿Nerviosa? —susurró el chico en mi oído, con una voz familiar.
Me voltee para verlo, me congele… Colton, se había quitado la máscara y me miraba serio.
— Dios —susurre
— No, soy Colton —dijo
— Me refiero a que tú…
— ¿Qué?¿Soy Stripper?
Mire mis pies tratando de ocultar el rubor que se extendía por mis mejillas, apretó su agarre en mi mano, así que levante la vista tratando de ignorar su hermoso cuerpo semidesnudo frente a mí.
— ¿Quieres regresar con tus amigas? —preguntó, quería decir que sí, pero vine aquí decidida a perder la virginidad, y así lo iba  hacer.
— ¡No!, vine aquí por un baile –le dije con la voz más confiada de lo que me sentía
— Ok, entonces vamos.
Se agacho y me agarro los muslos, abrí mucho los ojos por el shock, me cargo sobre su hombro mientras traté de ahogar un chillido de sorpresa.
Me llevo hasta una silla y me sentó, se separo frente a mí para comenzar a bailar, pero la canción término y empezó una de las canciones favoritas de Dina para “ponerse caliente” «Closer» de Nine Inch Nails.
Oh. Mi. Dios. El comenzó  a bailar ¡y sí que sabía moverse!, rodeaba la silla mientras lo hacía me miraba intensamente lo que hacía ponerme nerviosa, mi estómago se agitaba cada vez que bajaba la vista para ver su torso o su increíble six pack, el era un buen espectáculo.
Regreso frente a mi y me acerco lentamente a el levantándome de nuevo por las caderas y poniendo mis piernas alrededor de su cintura, sentí la excitación que esto le causaba y casi se me escapa un gemido aunque no pude evitar que mis muslos lo apretarán.
Levante la mirada sus ojos antes brillantes como  luna ahora eran oscuros y salvajes hizo que mi respiración se acelerará junto con los latidos de mi corazón, se recuperó y me llevó hacía una mesa grande de madera ¿Cuándo demonios subieron una mesa?, me recostó sobre ella luego él se subió encima de mí.
Nunca había sabido de lo que las chicas decían cuando hablaban de sexo pero que me jodan si no tenían razón, él se movía de una manera REALMENTE CALIENTE y yo lo deseaba jamás había sentido el deseo tan intenso por algo o por alguien, esa sensación en el estomago y palpitaciones en partes que no sabía que se podían sentir, él sabía que me estaba excitando por la sonrisa picara que se extendió por sus más que atractivas facciones.
Empezó a tararear la canción mientras se movía sobre mi cuerpo, prácticamente estábamos teniendo sexo con ropa.
– Ayúdame a alejarme de mí –susurró una parte de la canción.
Llevo su boca a mi oreja, pensé que iba  decir algún comentario sarcástico sobre como de sonrojada y caliente estaba pero me sorprendí al sentir su caliente lengua viajar desde mi oreja hasta mi cuello, me estremecí e involuntariamente puse mis piernas alrededor de él apretándolo.
– Oh eso no –murmuro en mi cuello mientras desenredaba mis piernas de su cintura, se me salió un jadeo de protesta y él solo se río entre dientes. Idiota– ¿Cómo me llamaste? –exigió, abrí mucho los ojos ¡oops!
– Nada –idiota. Esta vez solo mi cerebro lo oyó, rodé los ojos molesta por su tono grosero pero ¡hey! Él me toquetea ¿y yo no puedo hacer nada?.
– Bien –dijo después de unos segundos y siguió moviéndose.
De pronto jalo mi cabello (fuerte), lo vi furiosa con él ceño fruncido, pero al instante desapareció al ver la suya que, juro me podría haber matado, no entendía cuál era su problema.
– ¿Qué demonios fue eso? –grité-susurré
– MI.RA.ME. CUANDO TE TOCO –gruñó, ¿Qué mi…? Ah claro.
– ¿Que cara...–no pude terminar de hablar porque en ese instante sentí su mano subir discretamente por mi muslo, todo mi cuerpo se tenso con anticipación y ese calor ahora tan familiar me invadió de nuevo.
– Estoy haciendo algo aquí, pon atención –gruño de nuevo
– Si sigues haciendo eso para que te ponga atención, no lo esperes –dije sin aliento
Su mirada se suavizó y río entre dientes.
– Así que te gusta –ronroneo levantando una ceja.
Me ruboricé bajo su mirada pícara y por mi atrevimiento que me estaba pasando?.
Abrí la boca para contestar pero en ese momento la música acabó, él se levanto rápidamente como si fuera a morir si no lo hiciera.
Me senté en la mesa tratando de recomponerme de los últimos minutos.
– No puedo creer que lo dejaras ir ¡Por segunda vez! –regaño Dina con las manos en las caderas, sacudiéndome de mis pensamientos.
– Yo... –aun estaba aturdida, mire alrededor, entonces me di cuenta Colton ¡maldito! Se escapo.– mierda – Murmuré.
– Si, mierda –dijo Dina rodando los ojos.
– ¿Quien quiere un trago? –Cantó Camil pavoneándose con dos tragos en cada mano de lo que parecía vodka.
– ¿Tragos? –Saltó emocionada Sarah arrancándole inmediatamente uno a Camil.
– Todas ¡callense! ¿no ven que Cals perdió a su chico? –grita Dina, todas se quedan calladas.
– ¿Que chico? –pregunta una voz detrás de mí haciendo que se me ponga la piel de gallina, todas miran en mi dirección con los ojos abiertos y Sarah se atraganta con su trago, Contengo la risa al ver sus caras.
– Uh... Púes –Dina ¿esta... Tartamudeando? ¿qué mierda? Ella nunca tartamudea.
– Uno de los ardientes Strippers de hace un rato, que esperábamos fuera él que desvirgara a nuestra Calsey aquí pero... Auch ¿qué carajo Camil?.
Me mordí él labio de los nervios ¡jodida Sarah! Le envíe una mirada fulminante y ella hizo un puchero.
Colton río y me di cuenta porqué Sarah lo había confundido, andaba con él cabello revuelto y mojado, unos pantalones cafés y una camisa a cuadros.
Tenía una sonrisa que nunca había visto e hizo que mi estómago revoloteara y ese calor volviera.
– ¿Un chico para que te desflore? ¿Uuhm...? –susurro en mi oído.
– Yo no... Ah
– ¿Quien eres tú? –interrumpió Sarah
– Soy Colton –respondió con un guiño, Sarah abrió los ojos con conocimiento y me mandó una mirada de disculpa «Muy tarde».
– Colton, ¿por qué no invitas a Calsey a un trago? –dijo Dina con inocencia
– Pero si yo tengo dos aquí –Chilló Sarah, Dina le arrancó ambos y se los bebió de un trago.
– ¿Cuales tragos? –Dina se encogió de hombros y Sarah casi se echó a llorar, yo me estaba aguantando una buena carcajada Dina siempre era así.
– Bueno entonces ¿no le importa que me la robé? –preguntó Colton rodeandome los hombros.
– Por mí la puedes violar –contestó Dina, fruncí él ceño y la golpeé en él brazo.
– Joder Calsey, no hablo en serio –lloriqueó.
– Bien, nos vemos señoritas –se despidió Colton arrastrándome con él.
– ¡DISFRUTALO CALS, SE VE QUE LA TIENE GRANDE! –me gritó Dina, sentí mi rostro al rojo vivo «Me las va a pagar la muy perra», vi a Colton que llevaba una media risa que como él resto de él era muy sexi bueno, pensé, aquí vamos...

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⏰ Última actualización: Dec 31, 2016 ⏰

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