Algo que había aprendido desde niña era que la oscuridad apaciguaba el dolor, o por lo menos, no te dejaba verlo pero en otras ocasiones, agudizaba tus oídos y te hacia más sensible ante el mundo.
Y eso era lo que hacía, la oscuridad era mi arma de doble filo, igual que el sexo y el tabú que lo rodeaba.
Emma para los amigos, Jane para la familia, Neem para mis compañeros de viajes cósmicos y puta para los demás, aunque algunos me llamen golfa.
A pesar de lo mucho que se habla de mí, las putas también van al cielo.
NA: Cambie la historia, lo se pero espero sus opiniones.
Besos cosmicos.
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Las Putas también van al cielo.
Novela JuvenilUna vida sin pecados no es vida. Eso lo comprende J.E en su fiesta de quince después de descubrir que los pecados no son tan malos como ella pensaba. Después de todo, la tierra existe para que la hagamos nuestro propio cielo.