Era una noche cualquiera.
A la hora que sea
En el lugar más acogedor de mi casa.
Mi sombra y mi gato, mi unica compañía.
En mis manos, una taza de café.
En mi regazo yacía mi gato, parchís. Un lindo gato color naranja y pansa negra, bigotes enormes.
Enfrente de mí, la fogata abrazadora.
Miraba las pequeñas sombras que creaba el propio fuego.
Las orejas de parchís titilaban tras su cabeza.
El tronido de la madera y las pequeñas cenizas que volaban hacia el tapete.
Un trueno me despertó de mi hipnotismo, voltie a ver el reloj, cerca de las dos de la mañana, y al día siguiente viajaría a Nueva York con mi madre.
Era hora de irme a dormir.
Pero simplemente, amaba estas noches cálidas y frias de Octubre.~Keyemhs~
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Cuentos cortos para un viaje largo...
RandomEste libro, contiene (como dice la portada) cuentos cortos para leer a la hora que sea, este nunca estara completo, siempre que se me venga una idea a la cabeza, la escribiré. Esta prohibida la copia total o parcial de las historias. Espero que lo...