Cuentos cortos para un viaje largo...

Moraleja...

¿Debería seguir caminando en esta dirección? en una calle mas vacía que el mismísimo cuadro de Grimshaw.

Seguiría pensando en que en cualquier momento saldrá a mi encuentro un animal salvaje.

Debí haber hecho caso a mi madre, porque es esa persona que siempre tiene razón y no tiene que echar suertes o mirar tras una bola de cristal para saber que sucederá.

Era una tarde tan fría y serena que lo único que se escuchaba era el resonido de la suela de mis zapatos en el mojado camino.

Aun faltaba un buen tramo por caminar y la ansiedad me inundaba.

Empece a ver que cada vez se volvía mas oscuro el cielo, y entonces una luz titilo en medio de la oscuridad y un estruendo se escucho justo a unos metros de mi, empece a sentir pequeñas gotas de agua, para solo después encontrarme bajo una tormenta que me había dejado empapada en un frió y oscuro camino, el cual en cuestión de segundos se volvió en un rió.

Tenia dos opciones, seguir caminando hasta casa o quedarme parada en la nada a que la lluvia cesara un poco, pero sabia que no dejaría de llover, estaba dispuesta a seguir, el resfriado me haría entender que si mi madre dice que no vuelva sola a casa es por algo.

Empece a tiritar demasiado, sentía como mis zapatos se habían llenado de agua y  con mis calcetas creaban un sonido de rana ahogada, era muy disgustante, y al mismo tiempo muy desesperante no poder llegar a casa lo mas rápido posible, sentía que si empezaba a correr me resbalaría y el camino en rió me llevaría justo al arrollo de a lado. 

Tenia que tranquilizarme era solo lluvia... lluvia fría que caía a cantaros y probablemente haría que cayera en un resfriado de por vida.

Seguí caminando, ya no faltaba mucho, venia tan metida en mis pensamientos que el aullido de un lobo me saco de estos. ¿lobos en pleno diluvio? No veía ninguna arca de Noé cerca de aquí

Trate de apresurar el paso y mis zapatos solo se burlaban de mi, y ocurrió lo que había pensado antes... resbale, si ya estaba empapada ahora estaba llena de lodo, iba a maldecir, pero solo me quede sentada ahí, en el lodo con la lluvia mojando todo mi ser. 

Ya para que me enojaba, suficiente con que mama llegando seguro me regañaba y me decía que debí hacerle caso.

El miedo, la desesperación, la ansiedad por llegar a casa, se fueron y con estos la lluvia empezó a cesar, ¿era un tipo de milagro o algo así? 

Me levante del lodo, me quite mis zapatos y seguí caminando, en un dos por tres estaba en casa.

-¡Pero mira nada mas como haz vuelto! Te dije y no digas que no lo hice...

-Lo se madre, y debí hacerte caso...

Al final de todo debemos entender que aunque estemos solos y la tormenta no cese , debemos calmarnos, tomar las cosas como son y seguir adelante... y por supuesto hacerle caso a mamá.

~Keyemhs~