Puede que toda mi vida sea un desastre... puede que este loco, puede que sea un tonto, pero cuando lo miro a los ojos y tomo su mano, de repente todo está bien, y eso para mi es suficiente para ser feliz.
Luhan es una de las personas más interesantes y encantadoras que he conocido.
Es absolutamente todo lo contrario a mi, yo soy tan holgazán y poco hábil que me sorprende que siga vivo comiendo las porquerías que cocino, pronto sufriré una indigestión terrible si no me cuido.
En cambio el, es un aficionado a la cocina, y sé que no miente para impresionarme. Habla de unos platillos que yo en la vida había oído mencionar, de unos utensilios que se que nunca aprenderé a utilizar, y de unas especias con las que hasta me podría llegar a matar, ya que no se diferenciar entre la pimienta y el comino... Y soy alérgico a la pimienta.
Habían pasado tres meses desde que comencé a hablar con Luhan, y yo realmente me sentía feliz.
Me gustaba mucho estar con él, mirar sus ojos y reír juntos.
-¿Tocas algún instrumento? -me preguntó
-No, nunca podría... soy demasiado torpe con los dedos
-No lo sabrás hasta que lo intentes, no eres torpe, solo necesitas practicar
-Me gusta cantar -dije sin pensar
-¿Enserio? -me respondió asombrado -Yo también canto un poco... Me gustaría escucharte algún día
-Cuando gustes.
-Sus cafés -dijo la chica que atendía el día de hoy quien se acercó a nosotros dejando un platito con galletas y dos tazas humeantes sobre la mesa.
-Gracias -le contesté y se fue dejándonos solos de nuevo.
-Qué te parece si es hoy -me dijo Luhan tomando tres cubos de azúcar y dejándolos caer sobre su bebida
-¿Que? -dudé un segundo
-Sí, quiero oírte cantar hoy -aclaro divertido
-Ahh... ¿quieres que sea aquí? ¿Frente a todos? -el pánico me invadió y por un momento temí su respuesta.
-A menos que seas todo un profesional y no te de miedo, adelante, pero si no te sientes seguro podemos ir a otro lugar... tu departamento tal vez.
Uno que otro pensamiento indecente cruzó por mi mente al escucharlo pronunciar aquello, aunque de inmediato trate de pensar en otra cosa, pero es que estar solo con Luhan en mi departamento... No debo pensar en esas cosas, no ahora, tal vez el ni siquiera es un marica como yo y yo ya hasta me estoy imaginando cosas que no pasarán... Dios, cualquiera que pudiera leer mis pensamientos pensaría que estoy enfermo.
-Prefiero que sea en privado, terminemos esto y vamos para allá -respondí después de lo que me pareció una eternidad.
-Está bien -y se encogió de hombros.
Di un sorbo con cuidado a mi café para después dejarlo nuevamente en la mesa, estaba bastante caliente y parecía que tardaría en templarse un poco.
Estire mi mano hacia el plato de galletas y cuando estaba a punto de tomar una, sentí algo que me lo impidió. Era su mano, la mano de Luhan, quien en vez de retirarla de inmediato, tomó la mía y me miró a los ojos con una sonrisa de medio lado.
Su mano era cálida, su mirada tierna e intensa a la vez, mi corazón comenzó a latir tan rápido que podía sentirlo... No podía describir con certeza lo que sentí en ese momento, fue como si conectáramos por un instante... Era algo insólito y mágico.
Si con una mirada pudiera saber que es lo que siente por mi, me sentiría más seguro al atreverme a confesarlo, quizás es demasiado pronto, pero me gustaría saber qué es lo que él piensa.
Después de unos cuantos segundos nos soltamos, sin embargo su vista sigue posada en mi, lo cual me hizo sonrojar y al parecer se dio cuenta, porque lo escuche soltar una risita que intentó ser discreta, pero no lo logró.
Me he dado cuenta que a Luhan no le gusta el café amargo como el mío, ya que el suyo siempre tiene que tener crema, leche, chocolate o alguno de esos saborizantes empalagosos que a mi parecer le quitan todo el encanto al sabor original.
Lo único en lo que coincidimos es en que a ambos nos gustan las galletas de coco, y nos encanta sumergirlas al café aunque ese habito se vea mal y raro.
Es algo que lo hace especial.
Cuando doy el último sorbo, el tan solo me espera, puedo ver la impaciencia en su rostro, tal vez soy su único amigo de por aquí, si dice que se mudó hace poco, supongo que no conoce a mucha gente. Lo entiendo, yo estaría igual.
Rechazo rotundamente a que el ponga un sólo Won para pagar la cuenta, dejo el dinero en la mesa y lo empujó hacia el exterior tomando sus hombros entre mis manos, es tan pequeño y lindo...
Mientras caminamos hacia mi departamento platicamos cosas al azar, el frío viento nos pega en la cara y alborota mi cabello, pero no le doy la mínima importancia, estoy con Luhan, y caminamos juntos lo cual me hace extrañamente feliz.
-¿Ya tienes amigos aquí? -le pregunte para aclarar mis dudas
Iba pateando una piedra algo concentrado, los mechones de su cabello castaño salían disparados hacia todas las direcciones gracias al viento, la luz natural del cielo blancuzco hacían ver su piel tan clara y lisa que me daban ganas de tocarlo... metió sus manos a sus bolsillos y con la cabeza agachada me respondió
-No muchos, solo Baekhyun y Lay... Son mayores que yo, son buenos tipos, Baekhyun hace comerciales en la televisión y Lay... A Lay le gusta bailar, son tan opuestos a mí que me sorprende que nos llevemos tan bien, así como tú y yo.
-¿Y cómo soy yo para ti?
-Eres misterioso -respondido decidido
-¿Misterioso? Que descripción tan extraña de mismo...
-Hay tantas cosas de ti que no se... Vamos, ni siquiera se tus apellidos, o tu fecha de cumpleaños, pero hay algo en ti que me asombra, pero no sé qué es con exactitud.
Me quede cautivado con sus palabras, tiene una capacidad al hablar que hace que algo se despierte en mi interior cada vez que lo escucho... Y yo ya no es como hacer para frenar esto que cada vez crece más y más.
-Oh -le dije un poco apenado
-¿Que? -me respondió con una mueca de confusión
-Es mi apellido -aclare mientras entrábamos al edificio y sacaba mis llaves del bolsillo
-Es un apellido bastante... Peculiar.
-Es raro, lo sé, pero me gusta, es algo así como mi sello personal... ¿Y cuál es el tuyo? -subir las escaleras no era mi opción preferida, pero no podría meterme a ese elevador con Luhan, sería bastante incómodo.
-Xiao -respondido con la respiración agitada, ya ambos estábamos jadeando y aún faltaban dos pisos.
-Sofisticado -y sonrió.
I saw the waters that make your eyes shine, now I'm shining too...
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The Coffee Shop ↣ HunHan
FanfictionJamás supe que era lo que pasaba, con esa cafetería que me gusta tanto... ⋄Historia adaptada. ⋄Autora original: @MouqueGirl. ⋄Historia adaptada a Hunhan. ⋄Mencion: Chanbaek ⋄Todos los derechos y créditos a la autora original.