Cap. 10

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No sabía para donde tenía que ir. Estaba completamente perdida. Y lo peor es que la escuela era enorme. Camine por los pasillos intentando llegar al salón 19. Que venía siendo el salón donde yo tomaría clases la primera hora. Mire mi reloj de mano que traía en la muñeca. Tenía veinte minutos. Menos mal. Seguí caminando sin rumbo fijo hasta que llegue al gimnasio, ahí estuve unos minutos y luego volví a caminar sin saber para donde.

De repente me encontré con un chico. Alto. Que veía unas hojas que tenía en la mano. Me acerque a él. Y creo que él no se daba cuenta que caminaba en su dirección.

− Hola, disculpa…-dije y el levanto la vista. Era hermoso. Tenía ojos verdes y brillaban. Tenía unos labios inexplicablemente perfectos. Cabello castaño con rulos. Me miro fijamente esperando a que hablara.- Yo… yo, quería… saber donde… es… esta mí

-¿Quieres saber dónde está tu salón?- yo asentí- ¿en qué salón te toco?

-19

-¿Eres de primer grado?- volví a asentir- Estas muy lejos de tu salón ¿sabes? –Negué todavía con mi mirada en esos penetrantes ojos verdes.- Mira tienes que caminar derecho hasta que encuentres los baños de chicas. Ahí vas a la derecha. Y de ahí tú te puedes guiar sola.

-Gracias- le sonreí y me fui sin esperar respuesta.

¿Cómo es posible que exista un ser tan maravilloso? Su voz, su magnífica y ronca voz. Era tan hermoso. Era perfecto, me había hablado a mí. A una chica nueva. Me había dicho por donde esta mi salón, y tomo mi hoja… Esperen ¡Mi hoja! Se la quedo el… y no sé qué horario me toca… La tengo que recuperar. Vi mi reloj de mano y faltaban cinco minutos para comenzar. No tenía tiempo de regresar por mi hoja. Después veo como le hago.
Tal y como me lo dijo ojos verdes llegue a el salón 19 fácilmente. Llegue y todos los asientos estaban ocupados menos uno. Eran mesas para dos alumnos. Y en la mesa que estaba desocupada ya estaba una chica. Pelirroja casi con cabello color naranja. Ojos café miel. Camine hasta llegar a su lado.

-Hola, ¿Puedo sentarme aquí?- pregunte señalando el lugar que estaba desocupado a su lado

-Claro- me sonrió- me llamo Alicia. Mucho gusto.

-Hola- sonreí también- me llamo _______ {tn}

Y entonces maestro un señor de unos cincuenta años. De estatura me pequeña, no más de 1.25, gordo y con un bigote muy grande y descuidado. Traía un maletín negro que dejo en el escritorio. Tomo unos plumones para pizarrón de su bolsa del pantalón que tria y anoto “Sr. Smith” en el pizarrón.

-Buenos días muchacho- dijo el bigotón- Mi nombre es Daniel Smith. Pero para ustedes señor Smith o maestro Smith. Yo le impartiré química. Cabe mencionar que la química no es fácil, pero tampoco difícil. Simplemente es cuestión de que te guste la materia y me pongas atención. Como ya saben. Las clases no son por grupos. Si no por materia. Aquí puede ver alumnos de primer grado como uno de hasta noveno grado. ¿Alguna pregunta?- nadie pregunto- Ok. Empecemos.

Y asi empezó su clase. 50 minutos de escuchas su ronca y fea voz mientras nos decía que los átomos del no se qué y que el dióxido de carbono con esto y con el otro. No le puse mucha atención, estaba preocupada por qué haría después de esta clase. No tenía mi hoja. Y no sabía que más me tocaba.

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Último por hoy espero que les guste, comenten que les parece

¿Amor? ~Harry Styles y tu. (TERMINADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora