"Organízate como te dé la gana."
Naruto, resignado, dejó caer un profundo suspiro, con la molestia y la frustración recorriendo cada parte de su cuerpo. Tensó los brazos y apretó los puños, mientras observaba la sala en donde había desaparecido Sasuke, Naruto no se dio cuenta de que había estado golpeando el pie inquietamente en el suelo. Estaba molesto, muy molesto. ¿Acaso eso fue una bienvenida en condiciones? ¡Já!
De todas formas, Sasuke no tenía por qué caerle bien, le iba a matar al final de todo. Así que, olvidando la frustración de minutos antes, Naruto se relajó y esta vez miró con desafío al frente. Exacto, iba a asesinar a Sasuke Uchiha, no tenían por qué llevarse bien. El azabache era el causante de su desgracia económica en la familia, por eso...
—Su habitación está en el segundo piso, señorita, es el cuarto que hay a la derecha. —los pensamientos del rubio fueron interrumpidos por esa armoniosa voz, por un momento se había olvidado de que Kakashi aún seguía a su lado—. Me temo que no podré ayudarla a instalarse como es debido, debo irme.
Naruto asintió con un poco de más ánimo, comprendiendo. Él se quedó observando cómo el chofer hacía una corta reverencia para luego voltear e irse con tranquilidad. Por otro lado, durante su primer día, pareció que el único que le había caído bien había sido Kakashi, aunque a decir verdad, el platinado se parecía más a un sirviente que a un chofer, pero bueno, sólo era otro de sus pensamientos.
Naruto volvió a suspirar con cansancio. Tenía ganas de quitarse los tacones. Cogió la maleta con ambas manos y comenzó a subir las escaleras, dirigiéndose automáticamente a la habitación que le había dicho Kakashi. Nada más entrar, Naruto alzó la mirada y entreabrió su boca, asombrado por lo elegante y bonito que era su ahora habitación; era muy espaciosa, la cama era grande, con finas cortinas colgando en ella que traslucían el otro lado, y estaba situada en el medio. También había lujosos muebles de madera alrededor, y las pareces eran de un color crema suave. Simplemente, su habitación era hermosa.
Nunca antes se había sentido como si fuera el Rey del mundo en tan sólo estar en esa mansión, pero ahora, diablos, se sentía como si fuera realmente el Rey del mundo, con su lujoso y amplio palacio.
El rubio rió por lo bajo por sus ocurrencias, y sin pensárselo mucho, dejó la pesada maleta encima de la cama. La abrió de par en par y una amplia y feliz sonrisa surcó por sus labios al ver lo que había en el interior, sus preciadas armas; un francotirador, una ametralladora, un fusil, varias pistolas, y algunos cuchillos y puñales. Las tenía aprecio por el hecho de haber entrenado y aprendido con su hermana a utilizarlas.
Lentamente, Naruto fue borrando esa sonrisa por pensar una vez más en Naruko. ¿Dónde estaría ahora? ¿Qué estaría haciendo? ¿Seguiría viva?
«¡Naruto, por Dios!» se dijo a sí mismo en un sobresalto. No debía de pensar que su hermana ya no estaba en este mundo.
Suspiró de nuevo, y observando el móvil que había sacado de la misma maleta, Naruto se encaminó hacia el baño, que por suerte, esa habitación también tenía uno propio. El rubio cerró la puerta del baño con pestillo y deshizo el Jutsu Sexy de inmediato, le habían comenzado a doler los pies por esos tacones. Aunque ya se hubiese acostumbrado a andar con ellos, todavía no sabía cuánto podría aguantar.
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Trouble for kill ↠ SasuNaru
FanficNaruto había tenido una vida la mar de pacífica y sin problemas... Entonces, ¿cómo es que él, de familia secreta y poco adinerada, había acabado en el mismo pellejo de su hermana? Literalmente. A Naruko, su queridísima hermana, se le había encomenda...