El pensamiento

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La espesura de la noche es más profunda en este bosque, el cielo se ha tornado negro y las estrellas doradas, más árboles han aparecido, y los animales ya no están, la niña abre sus grandes ojos y se encuentra..con la nada, que es más grande que cualquier otra cosa, pero..la nada es algo? O también cuenta como.. nada?

Heridas en sus delgadas y pálidas piernas, curtidas con tierra y sangre fresca aun brotando de su piel son lo que más resalta de ella, su tierno vestido color azul pastel de falda ancha hasta las rodillas, de varias capas, tiene sus brillantes telas rasgadas. El cuerpo se levanta adolorido de la fría y húmeda tierra negra, bajo el árbol verde, y se dirige sin rumbo hasta lo que parece un estanque, y gracias al reflejo de la gran y dorada luna se logra ver, era algo que le encantaba; ver su reflejo en el espejo de su gran habitación, cosa que no había podido hacer ese día.

Vamos a hablar un poco más sobre la vida de la niña, porque no se puede juzgar a nadie sin conocerlo antes..

Esta niña, de la cual el nombre no sabemos, es millonaria, tiene todo lo que alguien de su edad puede desear, mas no es feliz, sus padres son personajes influyentes de la sociedad, y nunca están con ella, una tarde se acostó a reflexionar sobre su triste e insignificante existencia, de como se puede ser tanto y tan poco al mismo tiempo, la maldad del mundo, y diversos temas que no son precisos de su edad, y de repente sus lágrimas cayeron, como era de esperar, horas y horas hasta que salió corriendo, y cuando se calmo encontró el dichoso bosque del que tanto se hablaba, y ya lo demás lo conocemos..

En el reflejo, veía a alguien irreconocible, la preciosa niña que siempre estaba tan arreglada, ya no estaba, en cambio, una pequeña de rojos rizos desalborotados y rostro sucio era lo que se encontraba, entonces ella lloró, y lloró, por mucho tiempo, y sus saladas lágrimas se tornaron color violeta, ella se estaba convirtiendo en parte del bosque, lo que menos quería, deseaba volver a su vida, quería ser la tierna niña que recibía a su madre una vez a la semana, pero con más amor que nada, aquella niña que, a pesar de que no le gustaran las verduras en su plato, las comia con tal de agradar a sus padres, aquella niña que solo buscaba mas amor.

Entonces ella pensó en voz alta, ¿Que cosas tan malas he hecho para ser merecedora de este castigo divino?

El bosque de las ilusionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora