Confesiones

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- ¡Estás tan hermosa! - mi madre Dorine decía con lagrimas en los ojos y ambas manos entrelazadas en su pecho al ver en su vestido de novia a la niña que se habría convertido en mujer ante mis ojos durante ocho años.  

- No la hagas llorar mamá, destruirás su maquillaje - mi hermana Tammy trataba de controlarla 

- Tienes razón, necesito un minuto - se secó sus lagrimas para poder abrazar a la futura esposa. Que debía ser mía - te esperaré afuera junto con los demás, no dures mucho - al separase de ella peinó su cabello pasando por esos cachetes que una vez bese - 

- Cariño, deberías prepararte para salir también - se dirigió a mi - No olvides entregar los votos en el momento que ella los deba leer - saco una carta de su bolso y me la entrego en mis manos - No lo haré - respondí 

- Recuerda caminar despacio, sin apuros - Tammy acomodaba la gran cola de su vestido. Empezaba desde su cintura hasta unos pocos centímetros de mi pie. Mis manos exigían sentir la calidez de su espalda que la tela transparente dejaba mostrar. 

- Lo sé, ya lo practicamos ayer ¿recuerdas? - sus brillantes y carnosos labios dejaban escapar el sonido más hermoso que he podido escuchar, mostrando su perfecta dentadura blanca. - ¿Mark? - sus mirada suplicaba ayuda para deshacerse de mi hermana. 

- Tammy, vamos - la tome de sus brazos enlazandome entre ellos hacia la salida - cierto, la novia necesita unos minutos - recordó. 

- Mark, quédate conmigo... por favor - dijo. Siempre soñé con esas palabras. No recuerdo como o cuando fue que mi corazón dejaba de latir normalmente cuando ella estaba a mi lado, o cuando mis nervios explotaban haciéndome perder la razón. 

Me sentía un imbécil al no haberle dicho todo lo que sentía el día en el que me preguntó si algún día seríamos algo más que amigos. 

Al escuchar esas palabras salir de sus perfectos labios sentí un dolor inmenso en mi interior. Por mucho que deseaba que se quedaría conmigo, que me elegiría a mi y no a Jinyoung, no lo haría. Ahora tenían otro significado. Uno en el que el tiempo sería pasajero. 

- Claro - deje que la puerta se cerrara a mis espaldas - ¿que pasa? - pregunte al ver su expresión que no pude entender. Era una mezcla entre confusión y tristeza. - ¿Te sientes bien? - 

Dio unos cuantos pasos a los lados haciendo que su vestido la siguiera. Sus manos ahora se encontraban en su estomago y en su frente - si si es solo que.... - Se detuvo para mirarme. - ¿crees que tomo la decisión correcta? - suspiró algo nerviosa - quiero decir... - trago saliva - ¿Seré feliz con Jinyoung? - preguntó

- hey - me acerque para abrazarla y controlarla - no pienses así - la apreté más hacia mi pecho - sabes que no hubiera permitido tu relación con el si no me pareciera que te pudiera cuidar bien - mis emociones no dejaban de brincar confundidos. Odiaba verla así pero al mismo tiempo me daba algo de esperanza saber que no quería hacer esto. 

Mi razón me decía que la dejara. Mi corazón golpeaba mi pecho cuando no me animaba a confesar mis sentimientos por ella. Sabia que al hacerle esto, lastimaría a muchas personas. 

Me empujo con un movimiento suave para que la pudiera ver sin soltarse de mi amarre. - Se que es algo inapropiado decirte algo como esto en esta situación - bajo su mirada y se preparo para volver a hablar

 - Necesito saber si .... estas ... es decir, esto que tenemos ...- puso sus manos en mi abdomen - no cambiará a partir de hoy - 

Tomé su rostro en mis manos obligando a que me mirara -  Escúchame bien .. yo nunca dejare de sentir... - detuve mis palabras, no podía arruinar el momento - yo nunca cambiare contigo. Eres mi persona favorita en todo el mundo y no permitiré que nada nos haga dejar de.... ser amigos - dije usando toma mi fuerza para contener lo que empezaba a formarse en mi garganta.  

Confesiones (GOT7 MARK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora