Archivo 26. Mensaje de voz.

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Zack era el típico busca problemas.  El matón de su instituto. A sus cortos 15 años había intimidado y golpeado a más de veinte personas.  Sin duda un gran récord, claro si quieres ser recordado como un chico aterrador. Pertenecía a una pandilla del barrio, un puñado de gamberros que se dedican a dos cosas: A molestar y holgazanear.  Sin duda el futuro de este joven hubiese sido muy prometedor.

Una noche,  llego a su casa pasado de copas.  Él  vive con su madre,  una noble mujer con dos trabajos,  madre abnegada y dedicada a mantener al vago de su hijo. El padre de él fue un delincuente que fue encarcelado por asesinato, se suicidio en prisión.

Su madre lo esperaba,  eran las 2:50 am.  Zack llega.

—Zack, me tenias preocupada.  Pensé  que te había sucedido algo.  ¿Por qué no me llamaste?,  iba a dar aviso  a la policía.

—¡Ya deja de molestar!,  siempre lo mismo. Zack no hagas esto,  no te metas aquello. ¡Me canse! Te dije que iba a una fiesta y regrese temprano porque al final no era tan buena. Es tú problema, si te preocupas por todo. Y por favor deja el drama.

Su madre empezó a llorar.  Zack apenas se sostenía en pie,  de un manotazo aparto a su madre y se fue a su habitación. La habitación daba vueltas o eso le parecía a él. Su celular suena,  era un mensaje de whatsapp. Un número desconocido le habia mandado un mensaje de voz.

<<Ayuda>>

Estupideces,  pensó  al terminar de escucharlo. Zack durmió como tronco por lo menos su última noche.

***
Al día  siguiente no fue al instituto.  Tenia un dolor de cabeza espantoso y una resaca de puta madre. Se despertó a eso del medio día. Se alisto y se dispuso ir con su pandilla. Tomo su celular y eso tenía otro mensaje de voz.

<<lo pagaras>>

Sin duda alguien,  quería gastarle una broma. Pensó él, pues se jodieron escogieron al equivocado.

—Cuando descubra al payaso de estas bromas, — sonríe y truena sus dedos — lo mandaré al infierno.

Llego a la esquina habitual pero algo no andaba bien.  Uno de sus compinches estaba tirado en el suelo y su boca sangraba.

—¡Ricardo!— se acerco al cuerpo del joven estaba muerto.

Algunas moscas rondaban el cadáver, apestaba sin duda. Zack echo unas arcadas en una esquina. Era imposible no vomitar.

—¿Por qué no acudiste al llamado de tu amigo?

Se escucho una voz a lo lejos. Zack busco en todo el callejón y no había nadie.

Hasta que por fin en una esquina oscura,  diviso algo. Alguien estaba ahí, sin duda. Por alguna extraña razón se congelo y se odio a si mismo en ese momento. Sentir miedo es de cobardes, lo supo desde el momento que recibió la noticia del suicidio de su padre. Juro no sentir miedo por nadie ni por nada. Que él iba a ser el primero en dañar para no salir dañado. ¡No sería débil! Pero ahora sentía miedo. Patético ¿o no?

—¿Quién crees que mandara al infierno a quién?

Se escucho de nuevo la voz,  esta vez acompañada de una sonora carcajada. Al salir de la oscuridad,  la dueña de la voz salió a la luz.

—¿Me recuerdas?

Zack sonrío y se acerco mas a ella.

—Gorda fétida — siseo — creí  ...

—si sucedió, ¿Recuerdas ese día tanto como yo?

—Por supuesto uno de mis mejores días —respondió con burla

—Si,  ya lo creo. Tú iniciaste todo,  le escribiste a tus amigos para que comentaran mi estado en Facebook. Tu me querías muerta.

—Así es.  ¿Por qué  no lo hiciste?  Ya se —sonríe — te acobardaste, después de todo ¿haz fingido tu muerte?

—¡Te equivocas!

A zack le vino a su mente la imagen del vídeo. Recordando todo lo que hizo. Él inicio todo,  y ahora ella estaba ahí. ¡No es posible!  Tantas pesadillas,  noches que se despertó gritando al ver su rostro en sueños. ¡Tenia que ser mentira!

—¡Tu no eres real!,  es efecto de la resaca —- se dijo mas para convecerse así mismo que a ella.

Un mensaje de whatsapp le llegó de un número desconocido. No sé si por estupidez o curiosidad lo escucho,  era un mensaje de voz.

<<Zack morira a las una>>

Resonó. Al ver el reloj en su celular,  las 12:58 pm

Dejo caer el celular y empezó a correr. Sus piernas las sentía pesadas y las paredes estrecha como si cerraran su paso. Su respiración era agitada como el ritmo de su corazón. No había nada detrás de él pero sentía la necesidad de correr. Llego a un callejón sin salida,  una zona en construcción.

"Adelante muérete gorda,  le harías un bien a la sociedad".

Esa frase que había escrito,  hace unos meses. Parecía martillarlo.

—¡Callate!  —tiro manotazos al aire,  como si pudiera callar las voces.

Eran risas y eran varias que se burlaban de él. Su cuerpo quemaba. Tenía los ojos cerrados por miedo. Pero al abrirlos fue mejor no hacerlo. Ya no se encontraba en el callejón.

Todo eran llamas,  mucho fuego. Su cuerpo ardía.

—¿Quién manda al infierno a quién? —escucho una voz burlesca

— ¡No!,  ayuda por favor

—Ahora cuando escuches un mensaje de voz de ayuda. Piensalo dos veces zack antes de ignorarlo.

Zack fue deportado como desaparecido, la policía nunca  encontró rastro de él y hasta la fecha se desconoce su paradero. Según registros policiacos.


Ella te encontrará (TRS#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora