La guarderia. - Parte Final.

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El haberse ganado la confianza de los pequeños no fue tan sencillo, pero así lo hizo, lo cual produjo una nueva era en la guardería.

El rubio aún no se recuperaba y el castaño ya se había acostumbrado a ellos, controlar sus travesuras era cosa de cada día, Kaito era un buen imitador de Kaito KID, no paraba de disfrazarse como ese legendario mago, Shinichi y Heiji eran traviesos y todo lo raro que veían era un misterio que ellos dos debían resolver, Hakuba era el único tranquilo, hacia todo lo que era correcto, de los cuatro el más fácil de cuidar.

Los días pasaron y al fin, el rubio se recuperó de su malestar, el volver a su salón pensó que sería sencillo... pero sus niños ya se habían encariñado con Subaru, algo que lo molesto en cierta manera, sus celos se empezaban a notar... Hasta que.

Soy tuyo. — se escucho decir al castaño.

Amuro sé quedo en blanco ante tal comentario.

No te preocupes, amo a los niños, pero mi corazón y todo mi ser es tuyo. — la cara completamente roja del rubio se dio a ver, acto que no pasó desapercibido por los pequeños detectives.

Amuro-niichan, estas rojo. — comentó Heiji.

Para nada. — respondió el mayor.

Amuro-niichan, está enamorado. — aseguró el pequeño Shinichi.

¿Qué? — por poco da un grito al cielo, pero contuvo su sorpresa. — Shinichi, no es lo q...

Mi mamá me comentó que las personas se sonrojan por varios motivos, entre ellas el amor y por la reacción de Amuro-niichan... Acerté. — un rostro lleno de orgullo por el acierto se hizo notar.

No es lo que piensas. — trato de decir. — Yo...

En eso, las campanadas dando señal a que el recreo había empezado iniciaron, a los minutos una vieja amiga de Subaru apareció.

Shu. — se escucho decir a la rubia. — Shu. Me dijo que viniera y ahora no está.

Jodie. — llamo a la rubia. — Que bueno que ya estás aquí.
No podía fallarte.

Gracias. — respondió.

El rubio los observaba desde la ventana, la cual cubría algunas escenas que hizo al rubio salir sin pensar.

Él es mío. No lo toques. — aseguró, mientras dejaba sorprendidos al par que se encontraba ahí.

Ja, ja, ja. Tienes un novio muy celoso, Shu. — dijo Jodie sonriente.

Ya lo veo. — sostuvo a su menor y lo abrazo. — Después del trabajo vallamos a mi casa, tengo una sorpresa para ti.

En el bolsillo derecho del pantalón de Subaru un anillo esperaba que la noche llegará para poder estar con su dueño, una declaración se daría y un nuevo futuro se marcaría.

Fin.

AKAMWhere stories live. Discover now