Salvando a Stiles

Comienzan los problemas

- Hey, Argent. ¿Todo bien?- le pregunto Stiles. Chris solo asintió, para luego moverse y mostrar a los lobos.

- Ellos son Hank Voigh, el alfa de Jay y su beta segundo al mando, Antonio Dawson. El resto son los betas de la manada de Chicago. – Antonio le saludo extendiendo su mano, y presentándose.

- Antonio Dawson, ellos son Erin, Sean y Adam.

- Stiles Stilinski, bienvenidos a Bacon Hills, por favor entren. Jay los espera, está en el segundo piso.- Stiles dejo lugar para que los nuevos visitantes entraran. – síganme por favor.

Stiles subió por las escaleras, siendo seguido por Chris y detrás de él Hank y Antonio. El resto de la manada se quedó en el primer piso, junto a Tom quien les observaba con cautela. Se dirigió a la parte trasera de la casa, y se quedó vigilando el lugar.

Cuando la puerta de su habitación se abrió, Stiles permitió al alfa y beta entrar. Jay estaba recostado en la cama, con los ojos cerrados, pero despierto. Antonio fue quien se acercó primero, sentándose en el borde de la cama y tomando una de sus manos, besando sus nudillos. Jay sonrió, abrió sus ojos y correspondió el gesto acariciando la mano de Antonio. – Hola extraño- saludo Antonio con voz baja- ¿Cómo te sientes?-

- Dios, no es un bebé Antonio, y puedo asegurarte que esta excelente si tiene tiempo para excitarse. – hablo el alfa causando un sonrojo en Jay, Antonio y Stiles, quien se ganó una mirada por parte de Chris. Hank se acercó al beta, moviendo a Antonio y quedándose de pie frente a él.- ¿Cómo te sienten Halstead?

- Mejor Sargento. Stiles ha sido de mucha ayuda y la medicina que me han dado, me ha ayudado. Pero mis fuerzas aun no están por completo y no puedo transformarme, aunque mis sentidos funcionan.

- Erin y los demás están abajo, nos preocupamos por ti, crei que no volverías- dijo Antonio.

Jay sonrió de nuevo, pero esta vez Stiles noto que su sonrisa se mesclaba con algo de miedo e inseguridad. Miro a su alfa, inclinando un poco la cabeza. Stiles decidió entrar en la conversación.

-El medico dijo que debía reposar por lo menos dos días más. La mayoría de sus heridas han sanado en estas últimas horas, pero por alguna razón aun no cierran. – El alfa observo a Stiles, caminando hacia él, olfateando al menor- okay, ¿necesita algo?

- ¿ha sucedido algo entre ustedes?- le pregunto el alfa- hueles demasiado a mi beta, jovencito. Gruñendo, Hank arrincono a Stiles, olfateando y mostrando sus ojos.

- bueno, he estado cuidando de él, ya sabe, poniendo los vendajes, limpiando las heridas, bañándolo- Stiles escucho el gruñido al decir lo último y tragando en seco, recordó en ese instante a quien le había roto el corazón, por lo que furioso grito- no te atrevas a tratarme como un lobo, soy humano. Me preocupe por tu beta, lo he alimentado y cuidado, y ¿lo único que recibo es un gruñido amenazador?, no eres más que un inseguro lobo que busca el miedo para dominar a los demás.

La habitación se quedó en silencio, hasta que Antonio comenzó a reír, sujetándose el abdomen y dejándose caer en la cama. Stiles, rojo de vergüenza se disculpó, excusándose para preparar algo de té, salió de la habitación y bajo con dirección a la cocina. Los lobos que estaban en la sala solo le vieron con una sonría de empatía.

- Lo siento, amm ¿gustan algo de beber? Estoy por hacer té.- dijo Stiles señalando a la cocina. Erin sonrió y poniéndose de pie camino hasta donde él.

- Claro, ¿te importa si te acompaño?- pregunto sin quitar su sonrisa. Stiles negó y dejo que le acompañara.

Se encontró con el cazador en la cocina, el chico estaba con el cuerpo recargado en la isla de la cocina. Tom vestía unos pantalones color gris tipo táctico y unas botas militar, junto a una camiseta de color negro de mangas largas.