Capítulo 2.

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-Acaso eres ciega?- Me grito el chico que se encontraba manejando el auto. Tengo que admitir era muy hermoso. Hermoso era poco, era perfecto, aunque era bastante intimidante. Lucía como esos tipos chicos arrogantes. Sus hermosos rizos aunque te dabas cuenta que se estuvo peinando como pudo durante el camino a la escuela estaban perfectos. 

Tenía unos hermosos ojos verdes, que al hacer contacto con los míos prácticamente enmudecí.

- Holaa, aparte de ciega eres muda, casi te arrollo pero es tu culpa por haberte quedado como estatua en una zona de aparcamiento, además eres torpe, lo añadiré a tu lista.

- Lo.. siento..- dije en apenas un susurro, me había quedado muda ante aquel chico.

- Vaya, ahora si puedes mover tu trasero de ahí perra, necesito aparcar.

- Disculpa?.- Dije, por más que me intimidaba  no iba a permitir que me llame de esa manera.

- Harry, amor! - dijo la chica mientras habría el auto para abalanzarse al chico, sacándome del momento incómodo. La chica tenía un uniforme de porrista y aunque no me gusta juzgar a la gente, tengo admitir que tiene aspecto de las chicas fáciles. Creo que si la pollera de su uniforme fuera un 1 centímetro más cortas, todos los chicos babosos del instituto gozarían de ver las pompas al aire de una porrista.

Sus chillidos y sus gritos eran insoportables, prefería golpearme la cabeza con un martillo antes de volver a escucharla en mi vida entera.

- Harry amor, que paso de tí? No nos vemos de desde ya sabes cuando- Dijo con un tono pervertido en su voz, y ya sabía a lo que se refería. El chico que al parecer su nombre es Harry, parecer de ser arrogante también era mujeriego, aunque uno muy lindo. Me abofetee mentalmente por haber pensado eso

- Creo que podíamos repetirlo ahora- dijo la chica y antes de escuchar otra asquerosidad más salí de la escena para poder ir a clases.

Linda manera de empezar el día.

Fui cambiando para ingresar al instituto, tratando de olvidar mi reciente “escena” con aquel chico. Paré antes de poder pasar por la enorme puerta de madera, y largué un largo suspiro que había estado reteniendo. Cerré mis ojos por un segundo, y entré con mucho nerviosismo.

No conocía a nadie de aquí, ni siquiera de la ciudad, nunca supe hacer amigos, en realidad era bastante tímida, lo que ponía más nerviosa aún.

Hoy tengo un aspecto que yo lo describiría como “elegante, costoso y aburrido”. No era muy diferente de que usaba diariamente.

Mi madre insistía en comprarme ropas de diseñadores que eran de su gusto, no del mío. Siempre viví rodeada de gente de alta sociedad, amigos de mi madre por supuesto. A ella siempre le encantaba pegarse lujos, que muchas veces no los podíamos pagar. Ya fueron varias las veces en que tuvimos problemas financieros por culpa de mi madre, hasta casi llevar a la ruina el negocio de mi padre.

Ella siempre quería que me juntase con las hijas de sus amigas o salga los hijos de ellas, pero simplemente no me gustaba. En realidad ni siquiera me gustaba salir. En mi antigua escuela siempre fui la encargada general de preparar el baile escolar, y era muy querida en la comunidad educativa, pero nunca iba a los bailes, irónico.

Sentía un montón de miradas que se posaban en mí. Aguanté la respiración unos minutos hasta llegar a la oficina del director.

Abrí la puerta lentamente y  pude ver a una mujer de unos 40 años. Tenía una larga cabellera y llevaba bastante maquillaje pero no muy exagerado. Sostenía una taza de café en una mano  y me sonreía.

-   Buenos días joven- dijo.

-    Buenos días- respondí.

-  Necesitas algo ?- dijo amablemente.

-  Sí. Necesito hablar con el director Jenner.

-  Claro que sí. Le avisaré que quieres verlo. Me puedes decir tu nombre?- me sonrió.

-   Abby. Abby Tyler- dije.

Fue a avisarle y en cuestión de segundos ya estaba de vuelta de segundos ya estaba de vuelta.

-   Puede pasar, él te está esperando en su oficina cariño- asentí y fui a la oficina.

Al abrir la puerta me encontré con un señor de unos 40 o 50 años, algo canoso, pero tenía unos bonitos ojos verdes. Parecía muy agradable y esperaba que lo fuera.

  - Señorita Tyler, tome asiento por favor- me dijo sonriendo.

  - Está bien, gracias.- dije

  - Bienvenida a HC School, espero que estén disfrutando tu primer día.

  - Si.- dije con una sonrisa falsa. Ni siquiera ha comenzado.

 - He visto sus calificaciones y quiero decirle que me quede maravillado. Es una estupenda alumnaseñorita Tyler y espero que siga así también aquí. Quién sabe, con sus altas calificaciones tal vez podría conseguir una beca, sé que es un poco rápido pero le queda solo un año para ir a la universidad y siempre hay que pensar en el futuro.- me sonrió.

- Creo que esta demás decirle que aquí tenemos tolerancia cero a los actos de vandalismo dentro del instituto, aunque creo que usted no tendrá problemas con eso. Puede pasar a la oficina de la secretaria para buscar tus horarios de clases y las llaves de su casillero.

- Gracias.- dije con una sonrisa y me retiré de la oficina.

Volví con aquella mujer que me había recibido para retirar mis cosas.

- Así que eres nueva?.- me dijo mientras buscaba mi horario en una cantidad extraordinaria de papeles.

- Sí. También en la ciudad.- dije.

- Oh. Buena suerte. Espero que disfrutes estar aquí-. Dijo amablemente mientras me entregaba mi horario y las llaves de mi casillero.

- Gracias, que tenga un buen día.- dije y salí para dirigirme a mi primera clase.

Ya tenía planeado lo que haría este año: estudiar, comprar nuevos libros, hacer algunos amigos, unirme a un club de artes o literatura, y más estudio, lo sé, es aburrido pero está bien para mí.

Revisé mi horario y pude ver que me tocaba Geometría, puse una cara de disgusto, enserio no me gustaba geometría y tolo lo que tenga que ver con números pero increíblemente siempre me fue bien con ellos.

A esto se le sumaba que no sabía en donde se encontraba la clase de Geometría. Estuve dando varias vueltas hasta que por fin la encontré y agradecí al cielo por haber llegado temprano.

Me senté en la primera fila, siempre me gustaba estar en frente. Segundos después entró un chico de cabello castaño y ojos marrones, y se sentó a lado mío.

Tenía un aspecto de ser un chico muy inteligente.

- Hola, soy Liam.- me dijo

Stay {Harry Styles} PAUSADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora